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Miles de trabajadores surcoreanos afiliados al mayor sindicato del país celebraron este sábado 3 de diciembre una manifestación, que culminó en una concentración concentración cerca de la Asamblea Nacional en Seúl en apoyo de la huelga de los camioneros. La Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), que es quien convocó el paro, ha informado de que unos 5.000 trabajadores, incluidos los camioneros, acudieron para protestar contra la política laboral del Gobierno del país. La huelga nacional de más de 20.000 camioneros entró el sábado en su décimo día, interrumpiendo la cadena de suministro en Corea del Sur, incluso cuando el Gobierno se prepara para ordenar que más de ellos vuelvan al trabajo. Se calcula que la huelga de los camioneros ha costado 1,6 billones de wones (unos 1.230 millones de euros) en envíos perdidos, según informó el Ministerio de Industria el jueves 1 de diciembre. "Nos han dicho que dejemos la lucha y volvamos al trabajo porque las repercusiones en la economía son demasiado graves. Sin embargo, si lo pensamos al revés, significa que los camioneros no han cobrado lo suficiente, a pesar de su enorme influencia en la economía nacional", dijo Han Sang-jin, portavoz del KCTU. El Gobierno de Corea del Sur ha dicho que no ampliará el sistema de salario mínimo para los camioneros más allá de tres años, que según el sindicato debería ser permanente y de mayor alcance. Los camioneros que se nieguen a volver a la carretera tras una orden de "inicio de trabajo" pueden ser multados, encarcelados o perder su licencia. -Redacción-