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La ministra de Igualdad comparte preocupación pero sigue defendiendo la ley del sólo sí es sí. Que hace falta pedagogía y tiempo para que la minoría de jueces que la aplican mal, cambien. "Que la pregunta no es si te resististe, sino si consentiste. Y si no consentiste, es agresión", ha explicado Irene Montero. Y ese consentimiento es clave, lo que hay que salvaguardar. "Vamos a proteger el corazón de la ley del sólo sí es sí y lo vamos a hacer juntas". El resto del texto, se entiende, ante los que buscan retroceder al modelo anterior, en lo que califica como "indecente ofensiva de la derecha mediática, de la derecha judicial y la derecha política", se podría entrar a modificar. "Como somos muy conscientes de que ésta es una ofensiva también contra el Gobierno de coalición, vamos a hacer lo que sea necesario para proteger este Gobierno de coalición", ha sentenciado Montero. La parte socialista habla también de acuerdo, de consenso. "Y vamos a evitar que ese ruido continuo que la derecha se ocupa cada día de que haya para que no escuchen los ciudadanos lo que hacemos [...] Que no aceptamos en el Gobierno socialista ni un milímetro de retroceso de los derechos de las mujeres, ni un milímetro", decía el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en referencia a los acuerdos entre PP y Vox. Una ley, la del sólo sí es sí, que se comparte en otros ámbitos de izquierda, pero que no tiene que ser inalterable por perjudicial. "Que si se han producido efectos indeseados, y es evidente que se han producido efectos indeseados, tiene que corregirse de forma inmediata y, por lo tanto, esperamos que esta corrección se produzca cuanto antes", pedía Rita Maestre, de Más Madrid. Más presión para una ley que sigue inmersa en la polémica.