Público

El Chicle observa lo que va ocurrir en el juicio. Última sesión antes de los informes. Se van a ver las imágenes de la reconstrucción que se hizo con la versión del homicidio imprudente. Los guardias que participaron lo explican. José Enrique Abuín escenifica. Llega al lugar donde dice que se tropezó con Diana. Es su versión. Lleva garrafas para robar gasoil a los feriantes. Pero esa calle esta cortada y a ninguno le faltó combustible. Igualmente él habla de camiones que no estaban esa noche aparcados, y de cómo puso la garrafa para  "dejar seco" a un camión al que le caben 400 litros.  El Chicle no admite que cazó a Diana en otra parte, según el GPS del móvil de la joven.  La agente hace de Diana. La versión del Chicle, que le sorprendió robando y al abordarla, la estranguló sin querer. Los forenses han dejado claro que eso es imposible. Tuvo que apretar con una brida, durante cinco minutos. Él habla de 10 segundos. Hay un momento que vemos al El Chicle muy animado, interactuando con los guardias de la investigación. No quiere tocar a la guardia y deciden cambiarla por uno de los agentes.  Sonríe, está relajado. Explica que todo el episodio duró dos minutos. Imposible según las pruebas que se han visto. Al llegar a la nave El Chicle sabe por donde entrar. La conoce bien y la oscuridad no es un obstáculo. Es la premeditación. Sabía de antemano lo que iba a hacer según los guardias. Vemos cómo preparó el lastre. Explicó que la fondeó para que nunca la encontraran. Y que le quitó la ropa para que no hallaran su ADN.  Vemos cómo hundió el bolso de Diana con todas las cosas que llevaba. La representación fue absolutamente fiel, hasta en los detalles. Eso sí. Esa era la mentira del Chicle que en el jucio ha quedado desmontada por los testigos y las pruebas científicas. El Chicle hoy sí que ha mirado sus imágenes y ha estado atento a todo lo que se ha dicho.