Los españoles que viven en China aseguran que las medidas se endurecen

  • Agencia Atlas - 10/02/2020 15:50
A Miguel Critóbal Olmedo le toman la temperatura al entrar al supermercado. Este español casado con una china nos muestra que los alimentos más básicos, como los noodles, empiezan a escasear. Los chinos han llenado la despensa porque,  según pasan los días,  las medidas se endurecen. Ya no se puede ir a otra casa que no sea la que uno vive y sólo puede salir a la calle un miembro de la familia cada dos días para hacer la compra. Por megafonía se repite constantemente que se laven las manos y utilicen mascarillas pero estan agotadas. Las únicas que se pueden conseguir son de algodón y las usan aunque no protegen para poder salir de casa. En las calles personal contratado por el régimen se encarga de desinfectar. Cualquier síntoma de contagio activa las alertas pero pese a las medidas de control las costumbres,  poco higiénicas cuando se está en cuarentena,  no cambian. Los chinos siguen compartiendo sus tradicionales juegos de mesa y los pocos restaurantes que abren sirven la comida en cuencos comunales donde todos introducen sus palillos. La vida sigue aunque parezca haberse detenido en la víspera del año nuevo porque todavía las calles siguen engalanadas.

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