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De poco ha servido que antes de iniciar la Comisión de las Comunidades Autónomas Gobierno y PP se saludaran con el codo entre sonrisas. Porque el Ejecutivo no lo tiene fácil con las Comunidades Autónomas. Les parece insuficiente coordinación la reunión dominical; por mucho que el Ejecutivo asegure, como dice la ministra de Administraciones Públicas, Carolina Darias, que el consenso existe "a pesar de que parece otras cosa".Las autonomías critican que no se les consulte, que no se tenga en cuenta sus características, que se use la provincia y que no haya criterios específicos para pasar de nivel. El Presidente murciano responde que las reuniones con Comunidades Autónomas no sirven de nada "si no hay respuestas". A lo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso añade que "la bilateralidad no ha existido". Pero tambíen lo dicen incluso los socialistas. El presidente aragonés, Javier Lambán, reconoce que "el plan para la vuelta a la normalidad, el plan que ha planteado el gobierno, no nos gusta".Y, a estas alturas, sobre todo, lo q les disgusta a muchos es que se mantenga el estado de alarma.El más claro, el presidente gallego Alberto Núñez Feijoo, quien asegura que "no es necesario el estado de alarma para coordinarse con las Comunidades Autónomas". Su jefe de filas, tras reunirse con algunos de sus presidentes autonómicos en el Senado,  intensifica las críticas. Define el plan de desecalada como "un caos" o "improvisado" y deja en el aire su apoyo a la prórroga para la desescalada. "Así no se puede seguir", asegura.El Gobierno considera que debe mantenerse. Pero sus socios tienen muchas objeciones. El PNV podría pasarse a la abstención. Su presidente ha reconicido que "el cuadro de gobernanza de ese estado de alarma no nos gusta". Mientras, ERC piensa en moverse hacia el no e incluso replantearse su apoyo a la legislatura.