Guardia Civil aprehende 34.800 kilos de picadura de tabaco de contrabando

  • Agencia Atlas - 18/06/2020 11:50
La Guardia Civil ha intervenido 34.800 kilos de tabaco de contrabando picado y listo para su distribución y ha procedido a la detención de siete personas integrantes de una organización delictiva como presuntos autores de un delito de contrabando. Además  a 4 de ellos se les imputa un delito de pertenencia a organización criminal. Asimismo, se han efectuado 5 registros en distintas viviendas y naves industriales en las que almacenaban el tabaco y la maquinaria para su procesamiento, así comoLa Guardia Civil ha intervenido 34.800 kilos de tabaco de contrabando picado y listo para su distribución y ha procedido a la detención de siete personas integrantes de una organización delictiva como presuntos autores de un delito de contrabando. Además  a 4 de ellos se les imputa un delito de pertenencia a organización criminal. Asimismo, se han efectuado 5 registros en distintas viviendas y naves industriales en las que almacenaban el tabaco y la maquinaria para su procesamiento, así como productos para darle distintos aromas y sabores. Para transportar el tabaco, hasta la nave principal para poder procesarlo, usaban un camión con idéntico rotulado a los utilizados en la distribución de una conocida marca de cervezasLa investigación se inicio en enero, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la incautación de más de 4.000 kg de tabaco picado de contrabando. Los investigadores, al tener sospechas de que los responsables tratarían de recuperar el dinero centraron su atención en una nave industrial en Aznalcázar, en Sevilla, en la que había habido un negocio de lavado y engrase para vehículos y en la que se apreciaba una actividad inusual de personas y vehículos a pesar de carecer el recinto de actividad legal conocida.Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron constatar la existencia de una red que contaba con una estructura tipo empresarial, donde cada miembro tenía un cometido específico ya que la logística era asimilable a la de un gran comercio y la facturación ascendía a cientos de miles de euros. El tabaco lo distribuían en diversas naves industriales repartidas por la provincia de Sevilla, garantizándose de esta forma, el abastecimiento en caso de que una de esas naves fuese detectada policialmente. La nave-fábrica contaba 8 trabajadores el interior, en jornadas laborales de 8-10 horas de lunes a viernes, durante las que se dedicaban al picado de la hoja de tabaco, su aromatización con productos que le daban un sabor similar a las principales marcas de tabaco consumidas en España y su posterior envasado en paquetes herméticos de un kilogramo. Estos paquetes eran embalados en cajas de empresas de mensajería  y posteriormente eran llevados diariamente en furgonetas productos para darle distintos aromas y sabores. Para transportar el tabaco, hasta la nave principal para poder procesarlo, usaban un camión con idéntico rotulado a los utilizados en la distribución de una conocida marca de cervezasLa investigación se inicio en enero, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la incautación de más de 4.000 kg de tabaco picado de contrabando. Los investigadores, al tener sospechas de que los responsables tratarían de recuperar el dinero centraron su atención en una nave industrial en Aznalcázar, en Sevilla, en la que había habido un negocio de lavado y engrase para vehículos y en la que se apreciaba una actividad inusual de personas y vehículos a pesar de carecer el recinto de actividad legal conocida.Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron constatar la existencia de una red que contaba con una estructura tipo empresarial, donde cada miembro tenía un cometido específico ya que la logística era asimilable a la de un gran comercio y la facturación ascendía a cientos de miles de euros. El tabaco lo distribuían en diversas naves industriales repartidas por la provincia de Sevilla, garantizándose de esta forma, el abastecimiento en caso de que una de esas naves fuese detectada policialmente. La nave-fábrica contaba 8 trabajadores el interior, en jornadas laborales de 8-10 horas de lunes a viernes, durante las que se dedicaban al picado de la hoja de tabaco, su aromatización con productos que le daban un sabor similar a las principales marcas de tabaco consumidas en España y su posterior envasado en paquetes herméticos de un kilogramo. Estos paquetes eran embalados en cajas de empresas de mensajería  y posteriormente eran llevados diariamente en furgonetas