Público

Objetivo, los furgones policiales. Un artefacto incendiario que vuela hacia ellos... Pero se topa con un árbol de la Rambla de Catalunya. Quédense con esas llamas. Seguimos. Lo siguiente es una bengala. Esta sí, se cuela en los bajos de los vehículos. La imagen, impacta, lo que se oye, más: "¡Que se queme!". Porque sí, al menos hay un agente dentro del primer furgón de la Guardia Urbana, el que va a sufrir de lleno a la furia encapuchada y, todo apunta, perfectamente planificada. Y que va por partes. ¿Se acuerdan de las llamas del primer artefacto? Ahí queda una cerca. Un individuo la coge y la echa bajo el vehículo. Quédense con eso. Seguimos. Uno de los violentos va a golpear la puerta del conductor, donde sigue el agente. Se ve perfectamente. Y a renglón seguido, alguien arroja líquido inflamable. La llama prendida al principio, la recolocada justo ahí, ahora sí, se desata. A juzgar por la ovación, objetivo conseguido. Recordemos, con un agente dentro. Guardia urbano que, ahí vemos, asistido por los compañeros, sí que puede salir por la puerta del copiloto. Llegan los antidisturbios y la muchedumbre se disuelve, mientras comprobamos cómo ha quedado la escena, cómo el fuego no ha ido a más. Aunque sí se ha visto en otros puntos. Dentro de comercios... Y dentro de entidades bancarias... En otra noche más de disturbios, donde los alborotadores han rehuido el enfrentamiento directo con las fuerzas de seguridad, por un destrozar y salir corriendo. En total, 14 detenidos. 3 por robo con fuerza. El resto por actos vandálicos y atentado a agentes de la autoridad. Entre ellos, por lo menos uno del grupo del ataque orquestado a la furgoneta de la Guardia Urbana.