Kato, la última esperanza de las mascotas abandonadas de Fukushima

  • Agencia Atlas - 04/03/2021 08:50
Como cada día, Kato llena  41 cuencos de comida, uno por cada gato. Abandonados a su suerte por sus dueños tras el desastre nuclear, los cuida desde hace ya diez años. "En ese momento pensé que iba a morir. Si tengo que hacerlo, prefiero que sea junto a mis pequeños", asegura el hombre. Los vecinos de Fukushima huyeron de la zona, dejándolos atrás. Gracias a él tienen un techo donde vivir. Un hogar que la policía ha intentado evacuar en varias ocasiones. "Me preguntan por qué sigo aquí y yo les digo que necesito cuidar de esos gatos abandonados", cuenta. Y lo hace en una casa en ruinas, sin agua corriente. Todos los días se desplaza hasta el manantial de una montaña cercana para evitar que mueran de sed. Se gasta una media de 6.000 euros mensuales en su cuidado. Un dinero que obtiene de su pequeña empresa de construcción, aunque a menudo tiene que hacer uso de sus propios ahorros. Y estos felinos no son los únicos bajo su ala. También se ocupa de los jabalíes, una especie considerada una plaga en Japón. En una ocasión fue arrestado por liberar a uno de ellos de una trampa. Pero Kato lo tiene claro: "Los ven como alimañas y para mí son como mis hijos". Una generosidad que no conoce límites.

Vídeos de Sociedad