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La Fiscalía se pone manos a la obra. La ministra de Igualdad le pide que investigue lo ocurrido, por odio lgtbifóbico y racista, con latinos y menores inmigrantes en su diana. Pero el recorrido político no acaba ahí. Por un lado, como apunta el portavoz de Más Madrid, Íñigo Errejón: "El Partido Popular de Madrid le debe una disculpa a las personas LGTBI en Madrid". Y por el otro. No entienden por qué la marcha contaba con la autorización pertinente. "Y la Delegación del Gobierno español en Madrid tiene que darnos una explicación. No entendemos que no se considerara una manifestación peligrosa, no entendemos que se les protegiera, no entendemos esa permanente doble vara de medir". Algo que, condenando lo ocurrido, también subrayan desde el Partido Popular, en boca del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero: "Cualquier manifestación que incite al odio, desde luego, tendría que ser absolutamente prohibida y no se debería permitir en una sociedad tan libre como es la sociedad madrileña". Que Madrid es libertad, que no representan a su ciudadanía, como subraya la vicealcaldesa, Begoña Villacís, de Ciudadanos. "Que yo creo que merece la pena que todos los señalemos, porque es algo que no podemos permitir que cale en la ciudad". Un episodio, para Vox, intolerable pero no, o no sólo, por lo visto. "Asistimos a montajes como el de Malasaña y ahora vemos a una banda de locos y de fanáticos gritando barbaridades, que no representan a ningún español. Eso apesta a cloaca socialista". Un argumento más, con el presidente de Vox, Santiago Abascal, sembrando dudas, para atacar al Ejecutivo.