Cómo quitar el mal olor del arenero de tu gato

Te explicamos por qué los gatos se esconden para hacer sus necesidades, los tipos de arena y areneros más comunes así como varios trucos para quitar el mal olor del arenero.

Observar cómo nuestro gato entra en el arenero y, tras unos segundos, vuelve a salir pimpante siempre nos genera una sensación de asombro. ¿Cómo es posible que nuestro querido amigo sea tan apañado, tan elegante hasta para hacer pipí? Pero esta sensación de orgullo se esfuma cuando nos llega el “aroma” del arenero. Porque la orina y las heces de los gatos tienen un olor muy característico y no demasiado agradable…  

A continuación, te explicamos por qué los gatos se esconden para hacer sus necesidades, los tipos de arena y areneros, para que usemos el que más nos convenga y, lo más importante, varios trucos para quitar el mal olor del arenero. 

¿Por qué los gatos entierran sus heces? 

Cómo quitar el mal olor del arenero de tu gato
Un gato sale de un arenero – Fuente: Unsplash

Como buen felino, el gato tiene a flor de piel el instinto de supervivencia y de vinculación con su territorio. Para los gatos, animales con un fino sentido del olfato, el olor de sus necesidades tiene un importante sentido práctico: las feromonas presentes en orina y heces aportan información a tu gato… y a otros gatos que las pudieran captar. 

La razón por la que los gatos entierran sus heces en el arenero es porque pretenden tapar en la medida de lo posible el olor de las mismas. Es su instinto de supervivencia, no quieren llamar la atención de otros gatos y depredadores… aunque no haya ninguno cerca.

Así mismo, tapando meticulosamente las heces y la orina también reconocen que se hayan en su territorio… que es también el nuestro: es una forma de acatamiento de nuestra autoridad: su tutor es el “gato dominante”.  

Tipos de arenero 

Cómo quitar el mal olor del arenero de tu gato
Un gato y un moderno arenero de limpieza automática – Fuente: Unsplash

Ahora que ya sabemos que nuestro gato es muy “limpio” por supervivencia y relación con el entorno, pasamos al arenero, una de las claves para evitar que el mal olor de las necesidades de nuestro minino se extienda por toda la casa.  

Los más sencillos no son más que una bandeja a la que se le pone arena. Lógicamente, es el que menos impide que el olor se expanda una vez que el gato hace sus necesidades. A no ser que estemos permanentemente cambiando la arena, no es el más higiénico

No obstante, existen areneros abiertos automáticos o autolimpiables que cuentan con un mecanismo que lleva las heces del gato a un compartimento cerrado. Suena bien, pero no todos los gatos se adaptan a este moderno arenero. No obstante, es una opción a tener a cuenta ya que cada vez van apareciendo nuevos areneros automáticos más sofisticados. El problema es pagar por encima de 500 euros por un arenero… con el que tu amigo felino no se apaña. 

Dentro de los areneros cubiertos, los más usados, existen diversas variedades que incluyen diferentes bandejas sanitarias. Aunque son más difíciles de limpiar, también son más higiénicos, ya que, además, suelen contar una pieza de entrada que actúa como criba evitando, en la medida de lo posible, que la arena o las piedras se desperdiguen por la casa. 

Por último, conviene echar un vistazo a los areneros con entrada superior. Su principal ventaja es que entra más arena, lo que supone menos cambios de arena, pero también menos olor al poder enterrar de forma minuciosa las necesidades. 

Tipos de arena 

Cómo quitar el mal olor del arenero de tu gato
Un gato, un arenero y restos de piedras de sílice sobre el suelo – Fuente: Depositphotos

Si es importante el arenero no lo es menos la arena. Estas son las arenas más comunes: 

  • Arena absorbente. Es la más barata, su principal ventaja, pero a no ser que cambiemos todos los días la arena, estará muy sucia y no evitará la expansión del olor.  
  • Arena aglomerante. La principal diferencia con la arena absorbente es que aglomera la orina generando bolas de forma que es más fácil retirar la sucia sin cambiar todo el arenero. También es más cara. 
  • Arena de sílice. Es una de las mejores alternativas que podemos usar si tenemos un solo gato en casa. Su precio es más elevado con respecto a la absorbente o aglomerante, pero, a cambio, ofrece un mejor rendimiento y durabilidad. Son pequeños gránulos de color blanco que absorben la orina minimizando su olor, así como también el de las heces. Al cambiar de color con la orina nos permite distinguir a simple vista las zonas sucias de las limpias. ¿El problema? Siempre se quedan algunas piedritas enganchadas en las almohadillas y garras del gato y no será difícil que te encuentres piedras por aquí y por allá, como vemos en la imagen.
  • Arena biodegradable. Es la más respetuosa con el medioambiente ya que está elaborada con diferentes materiales vegetales consiguiendo, no obstante, una buena eficiencia gracias a su carácter aglomerante. También es un poco más cara que la aglomerante normal. 

Trucos para quitar el mal olor del arenero 

Cómo quitar el mal olor del arenero de tu gato
Una persona limpia al arenero de un gato – Fuente: Depositphotos

Ahora que ya sabemos distinguir los diferentes tipos de arena y areneros, vamos con los trucos para evitar que el olor de las necesidades de nuestro amigo felino no se expanda por toda la casa. 

Limpieza periódica 

Y el primer truco es muy obvio: aumenta la periodicidad con la que limpias la arena del arenero. Sabemos que no siempre hay ganas de ponerse con esta tarea y que si fuera por nosotros estaríamos ya en el sofá haciendo carantoñas al gato, pero es un deber que hay que cumplir. No solo lo agradecerá la casa, sino el propio gato. Recuerda sus instintos: si tu amigo minino nota que el arenero está muy sucio, lo evitará. Y ya te puedes imaginar las consecuencias.  

Mover al arenero 

Sí, también es de Perogrullo, pero a veces olvidamos probar lo más sencillo. Sobre todo, en épocas de buena meteorología, poner el arenero fuera de casa o en lugar bien ventilado puede ser la mejor solución. A los gatos —como a la mayoría de humanos— les gusta la intimidad para hacer sus cosas, así que con un lugar alejado y bien aireado podemos matar dos pájaros de un tiro.  

Ahora bien, debe ser un espacio fácilmente accesible y no cerrado. Por desgracia, no todos tenemos una casa con jardín de 10 acres, y nos tenemos que conformar con una terraza… o ni eso. De cualquier forma, evita poner el arenero en lugares muy fríos, ya que la mayoría de los gatos domésticos son bastante frioleros. Así que es posible que el gato se te quede mirando como diciendo: “si piensas que me voy a congelar para hacer pis es que no me conoces bien”. 

Bicarbonato sódico 

Es un clásico contra el mal olor que también se puede usar en el arenero, pero cuidado porque un mal uso del mismo puede ser fatal para el gato, razón por la cual se suele evitar. Si lo usas, con moderación: una fina capa en el fondo del arenero y una capa de unos siete centímetros de arena sobre la misma. El bicarbonato reduce el mal olor y desinfecta, pero no evita que tengas que limpiar al arenero todos los días. 

Carbón activo 

Añadir carbón activado a la arena del gato también disminuye los olores ya que tiene una gran capacidad absorbente. A diferencia del carbón común, es tratado con oxidantes específicos para que se active y esté poroso generando un efecto desinfectante y absorbente. El problema es que no todos los gatos lo toleran bien, pero es cuestión de probar. 

Neutralizadores y ambientadores 

Además del bicarbonato y el carbón activo, existen productos específicos como los neutralizadores de olores para bandejas de gato que son biodegradables y con pH neutros e inofensivos: son capaces de atrapar la orina y degradar la materia orgánica para reducir el olor, consiguiendo, además, que la arena dure más. No obstante, y como sucede con los descritos anteriormente, puede que tu gato no lo tolere. 

Como última opción para minimizar el olor está el clásico ambientador que camufla u oculta olores. El problema es el habitual con esta clase de sustancias: la combinación de olores fuertes puede ser intolerable, también para tu gato que, ya sabes, tiene un sentido del olfato muy fino.



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