¿Entierran los elefantes a sus crías?

Un estudio publicado en febrero de este año investiga el misterioso caso de cinco crías de elefantes enterradas en diferentes áreas de plantaciones de té en el norte de Bengala en la India. Los investigadores analizaron estas curiosas prácticas y las pusieron en relación a otras “reacciones conductuales” de ciertos mamíferos con sus crías fallecidas, como las que se producen entre algunos cetáceos y primates

Cinco crías de elefante enterradas en Bengala 

Elefantes - Pixabay
Elefantes – Pixabay

Entre 2022 y 2023, dos investigadores indios evaluaron el presunto enterramiento de crías de elefantes en varias áreas de plantaciones de té en el norte de Bengala. En concreto, en cuatro distritos del norte de esta región india (Darjeeling, Kalimpong , Jalpaiguri y Alipurduar) viven unos 500 elefantes. 

Los objetivos del estudio eran, en primer lugar, analizar la causa de la muerte de las crías de elefante, además de comprender el fundamento detrás de la estrategia única de entierro de cadáveres y observar el comportamiento post mortem entre los elefantes cerca de los sitios de entierro. 

El hallazgo más destacado por los investigadores es la ubicación de los cinco cadáveres de las crías de elefante: “En los cinco casos, las piernas estaban erguidas y la cabeza, el tronco y las partes dorsales estaban completamente enterradas. Debido a la profundidad limitada de los drenajes de riego en las plantaciones de té, las patas de los terneros muertos eran visibles sobre el nivel del suelo”. 

Así mismo, se observaron pasos de miembros de la manada a ambos lados de la zanja y sobre el suelo que cubría el cuerpo lo que indica un esfuerzo combinado de la manada: es decir, el presunto enterramiento fue una actividad grupal no un esfuerzo individual de los familiares directos de la cría fallecida. 

Además, según informaron los guardias de seguridad de los campos de té, la manada de elefantes vocalizó durante 30 a 40 minutos mientras se enterraba el cadáver. En el caso 1 asociado a una plantación de té en Devpara dentro del Parque Nacional de Gorumara se percibió que los elefantes empezaron a usar caminos paralelos, evitando claramente el camino anterior donde estaba enterrado el cadáver. 

Esta actitud es la opuesta a la que se ha informado en el caso de otros elefantes, especialmente los africanos que “pasan mucho tiempo investigando y explorando los restos de elefantes”.  

Hay que señalar, en este sentido, que los motivos de las muertes de las crías no estuvieron vinculadas a la actividad humana según señalaron los veterinarios que analizaron a los fallecidos: “todos los casos de muerte se produjeron por enfermedad o circunstancias naturales desfavorables, incluida la muerte por caída a los desagües de riego”. 

¿Enterramientos accidentales o prácticas funerarias? 

Cría de elefante - Pixabay
Cría de elefante – Pixabay

El debate abierto por este estudio está en relación a si esta práctica es deliberada o accidental, más allá del transporte de una cría fallecida de un lugar a otro. Los investigadores incidieron en la posición de las crías para sugerir que se trataba de una colocación cuidadosa y no accidental. 

Si bien “la posición «extraña» del cadáver podría explicarse porque los miembros de la manada tienen un mejor agarre para sostener y colocar la cría en la zanja”, este hecho también podría reflejar un comportamiento estratégico sobre el cuidado y afecto de los miembros de la manada hacia el congénere fallecido: “en una situación de escasez de espacio, los miembros de la manada priorizan el entierro de la cabeza antes que de los pies”. 

A esta actitud se unen “los esfuerzos de varios miembros de la manada a través de sus huellas para nivelar el suelo encima/alrededor del cadáver, lo que respalda la hipótesis de los vínculos sociales: debido a la ausencia de una estructura jerárquica entre los elefantes asiáticos, informamos esfuerzos proporcionales en el entierro de sus congéneres fallecidos por parte de los miembros supervivientes de la manada”. 

Así mismo, también hay que valorar la vocalización observada por los investigadores que podría reforzar la teoría de la práctica funeraria: “La vocalización sigue siendo un comportamiento esperado entre los elefantes asiáticos y africanos, que se limitó a la fase de entierro. En estos casos, las trompetas fuertes pueden significar duelo”. 

¿Cómo se relacionan los animales con los fallecidos de su especie? 

Elefantes - Pixabay
Elefantes – Pixabay

El interés que ha despertado este estudio se debe a que la mayoría de las especies animales, a diferencia de los humanos, prestan menos interés a sus congéneres muertos: “las capacidades cognitivas «débiles» de diferentes especies y las teorías de evitación de enfermedades respaldan este comportamiento de «dejar en paz»”. 

No obstante, a pesar de sus hallazgos, el número de enterramientos del estudio no es suficiente para certificar que estos elefantes están desarrollando una práctica funeraria compleja muy diferente de los enterramientos “débiles”, es decir, cubriendo el cadáver con vegetación u observando el cadáver durante varias horas como se ha señalado en varios estudios sobre los elefantes africanos. 

En este sentido, los elefantes muestran un amplio interés por sus muertos independientemente de la fuerza de las relaciones anteriores con el individuo muerto, aunque “la aparente sensibilidad y las diferencias interindividuales ampliamente reportadas involucradas en las respuestas de los elefantes a los muertos merecen más estudio”. 

Y es la misma conclusión a la que llegan los autores del estudio con los elefantes asiáticos de Bengala: “todas las observaciones fueron oportunistas y no deben generalizarse para toda el área de estudio u otras regiones de condiciones biogeográficas y ambientales similares”. 

De cualquier forma, el comportamiento animal y la tanatología siguen siendo una parte central para comprender la actitud general de las especies no humanas, y estudios como estos permiten seguir profundizando en estas sorprendentes actitudes con respecto a sus fallecidos que se relacionan con las humanas con respecto a nuestros fallecidos. 



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