Es uno de los grandes temores de cualquier tutor de un animal: que una enfermedad o un accidente ponga en peligro su salud suponiendo un gasto económico a veces difícil de asumir. Es entonces cuando entran en conflicto el amor que sintamos por el animal, el sentido de la responsabilidad y las obligaciones que marca la ley frente al coste económico que, en ocasiones, es incluso inasumible.
Si se trata de un ser humano, y gracias a la sanidad pública, una persona puede recibir tratamiento y/o ser operada ante una situación de necesidad. Pero ¿y un animal? ¿qué pasa si un animal debe ser operado para continuar con vida, pero el tutor se ve en dificultades económicas o no tiene dinero para pagar dicha operación y/o tratamiento? ¿Existen ayudas públicas en estos casos?
El papel del veterinario
A menudo habrás escuchado que los veterinarios son “caros”, aunque a buen seguro ellos tienen otra opinión al respecto. Lo que es evidente es que los tratamientos sanitarios, en general, son muy costosos porque requieren de una gran precisión y del uso de técnicas muy sofisticadas en las que los errores deben ser mínimos, ya que hablamos de la salud de seres vivos, ya sean seres humanos o animales.
Por supuesto, la sanidad también es un controvertido negocio que mueve millones de euros a nivel mundial, mientras que la sanidad veterinaria también es un negocio con sus luces y sombras —como cualquier actividad convertida en negocio—, pero no deja de ser una forma de vida de profesionales en la mayor parte de los casos con una fuerte vocación por el cuidado y el bienestar de los animales. Pero, con todo, deben cobrar por sus servicios ya que son entidades privadas: si no cobran, no hay servicio.
¿Cuáles son las operaciones veterinarias más costosas?
Así pues, los gastos veterinarios son un elemento a tener muy en cuenta a la hora de llevarnos un animal a casa. No solo los tratamientos obligatorios y/o rutinarios como puedan ser los 20 euros de la vacunación de la rabia o la castración felina que supera los 100 euros, sino los tratamientos especiales o las operaciones de urgencia. Solo el propio diagnóstico por imagen de un animal ya es un gasto considerable: desde los 25 euros de una radiografía simple a los 300 de una endoscopia quirúrgica.
Las temidas cirugías, imprescindibles para asegurar el bienestar de los animales en muchos casos, son operaciones costosas. Es el caso de las cirugías digestivas que pueden ir de los menos de 200 euros de una laparotomía exploratoria a los más de 500 de una laparoscopia quirúrgica. Cualquier cirugía torácica, por su parte, roza los 500 euros. Una operación de cataratas se puede ir a los 800 euros, mientras que una extracción dental tan solo cuesta en torno a 40 euros.
La traumatología también supone un gasto muy relevante. Una placa de una fractura diafisaria cuesta más de 500 euros mientras que una fractura mandibular suma más de 600. Una artroscopia quirúrgica puede llegar a los 500 euros, mientras que la prótesis de cadera (sin cirugía) supera los 2.000 euros.
Los tratamientos oncológicos son otro gasto muy importante, sobre todo porque pueden requerir diversas pruebas y tratamientos a largo plazo. Un tumor mamario aislado está en torno a 100 euros mientras que una mastectomía de la cadena mamaria no supera los 300 euros.
¿Existen ayudas públicas para estos gastos veterinarios?
Al margen de algunas asociaciones como FAADA con su campaña Soy Responsable que cuenta con diversas clínicas veterinaria asociadas, el fondo social que abrió AniCura en época pandémica para tratamientos de medicina veterinaria especializada como tratamientos oncológicos, cirugías y pruebas diagnósticas y de algunos planes públicos para colaborar en actuaciones puntuales, como la vacuna antirrábica o la identificación de la población canina, no existen ayudas públicas para operaciones veterinarias costosas.
Sí que existen, no obstante, subvenciones para entidades de protección animal sin ánimo de lucro no pertenecientes al sector público cuyo estatuto establezca como fin principal la protección y defensa de los animales, siendo subvencionables aquellos gastos para la realización de las distintas actividades de protección animal, incluyendo “gastos en identificación, tratamientos veterinarios, vacunaciones, u otras medidas profilácticas”.
Así mismo, la nueva ley de Bienestar Animal reconoce en su capítulo IV medidas para luchar contra el maltrato y el abandono animal, con una estimación presupuestaria necesaria para su ejecución, además de la elaboración de planes estatales y territoriales de protección animal que incluyen difusión de campañas públicas de promoción de la esterilización, prevención de enfermedades e identificación de animales.
Opciones de pago para operaciones veterinarias costosas
Si afrontas dificultades de pago para algunos de estos tratamientos u operaciones tienes diferentes opciones. Desde pedir prestado dinero, acudir a tu seguro en caso de tenerlo, hasta optar por alguna de las alternativas de financiación de las clínicas veterinarias.
Buena parte de ellas cuentan con planes específicos de financiación para tratamientos costosos que el cliente no pueda asumir en el acto. Se trata de atender al animal ofreciéndole el tratamiento que precisa, generalmente de urgencia, y asumir el pago a plazos, con determinados intereses.
Las propias clínicas son conscientes de la situación de muchos de sus clientes y siempre suelen priorizar el bienestar del animal, pero también garantizando el cobro del servicio en su totalidad para lo que ofrecen estas fórmulas de financiación. Y es que una clínica, como hemos señalado, no puede arriesgarse a que los impagos se conviertan en habituales, una situación insostenible denunciada por diversos profesionales.
¿Y si no tengo dinero para pagar la operación? ¿Qué dice la ley?
Si tampoco te sirve el plan de financiación y no has encontrado forma de pagar la atención médica de ninguna manera te verás en un difícil dilema. No queremos generalizar porque cada caso es diferente y la situación económica de una persona depende de numerosos factores.
Pero, llegados a este punto, tienes dos opciones: quedarte al animal y no someterle a tratamiento con las consecuencias que pueda tener para su bienestar. O bien darlo en adopción para que otra persona o entidad se ocupe de él. Puede ser la única manera de salvarle la vida en casos extremos.
Como decimos, depende del problema que tenga el animal, de su edad y otras circunstancias, la opción a tomar será diferente, pero siempre dolorosa, por supuesto.
No obstante, conviene recordar que la ley de Bienestar Animal obliga al titular de un animal de compañía a mantener al mismo en buen estado de salud e higiene y facilitarle los controles y tratamientos veterinarios establecidos como obligatorios por las administraciones públicas.
Tener un animal al cargo es una responsabilidad, también económica
Según los datos del Observatorio Affinity, el 7% de los abandonos de perros y gatos se debe a factores económicos, y el 4% por ingreso hospitalario. Y es que tener un animal supone una responsabilidad a muchos niveles, también desde un punto de vista económico.
Lógicamente, la situación económica de una persona puede variar a lo largo del tiempo, pero, con todo, siempre debemos valorar el gasto que conlleva un animal a largo plazo, no solo en los meses siguientes a adoptarlo, incluidas las urgencias sanitarias, porque nuestra responsabilidad es asumirlas, siempre que sea materialmente posible: la vida y el bienestar de un ser vivo depende de nosotros.
Por lo tanto, no tengas un animal si no puedes pagar su manutención. No seas irresponsable. Y si, por circunstancias vitales, te ves en una delicada situación económica, trata a tu animal como lo que es, un miembro de tu familia que depende de ti: su salud debe ser la prioridad.
No sé qué clínica habrá dado esos precios de referencia. Pero si cobra eso está abocada al cierre por quiebra de negocio. Esos procesos quirúrgicos que se citan tienen un precio mucho mayor. Necesitan material muy muy costoso y una formación y especialización de los veterinarios que los realizan que no pueden sufragarse con unos precios tan bajos como los que aquí se citan.
Hola buenos días me dirijo a ustedes porque veo que una endoscopia sale por unos 300 euros y yo tuve que hacer una endoscopia a mi perro y me cobraron 1050 euros tengo recibo y factura es normal pagar este precio pregunto
Hay que implementar seguro de salud para mascotas