Cuando llegan las altas temperaturas, especialmente en la época estival, los gatos son sensibles a los golpes de calor, poniendo en peligro su salud y pudiendo llegar a ocasionar su muerte. Así que hay que asegurarse de nuestro amigo peludo esté a gusto y fresquito cuando el calor aprieta.
De tal modo, para favorecer que combatan las altas temperaturas de otra forma, lo mejor es que pongas en práctica alguno de estos ocho trucos para que tu gato soporte mejor el calor. ¡Verás cómo le encantan!
Trucos para que tu gato no pase calor
Agua con cubitos de hielo

Este truco es bien sencillo. Y es que solo tendrás que asegurarte de que tu minino disponga siempre de agua bien fresquita. Para ello, nada mejor que cambiarle con frecuencia el agua del bebedero y, prepararle otro con cubitos de hielo. Si tienes miedo a que se atragante con ellos, puedes esperar a que se derritan casi del todo antes de poner el bebedero a su alcance.
Mojar las patitas del gato

Nada como mojar las patitas a tu gato cuando tiene calor para que su temperatura corporal descienda notablemente y sienta alivio inmediato, tal cual nos pasa a nosotros cuando mojamos los pies en la playa. La almohadilla de sus patas es una de las zonas más sensibles, y en la que se concentran sus glándulas sudoríparas, así que te sorprenderá ver cómo lo agradece.
Cama cerca del ventilador
Otra forma sencilla para que nuestro amigo peludo combata el calor es colocar su cama cerca del ventilador, del aire acondicionado o de alguna corriente de aire frío. Así, cuando esté muy acalorado podrá ir a ese sitio donde sabe que estará fresquito y de tal modo regular su temperatura corporal.
No obstante, en el supuesto de que abras alguna ventana, asegúrate de instaurar las medidas de seguridad necesarias para que el gato no pueda acceder a ella y caerse, ya sea por un descuido o por ir detrás de algún insecto.
Toalla mojada

¿Recuerdas el truco de la toalla mojada para poder combatir el calor por las noches y conseguir dormir? Pues hay uno similar para gatos. Necesitarás la toalla mojada en agua fría. Escúrrela primero para que no empape ni gotee, y luego ya podrás pasarla por su cabeza y mojar el pelo de esa zona. Si le da gusto y no emite queja alguna, continúa con el lomo y las patas, con cuidado, como si le aplicaras un masaje o le dieras caricias. Y si hace mucho calor, no dudes tampoco pasar la toalla por la barbilla y la barriga.
No obstante, si cuando empiezas a hacerlo no le gusta nada, detente. No se trata de estresarlo ni disgustarlo, y no a todos los mininos les gusta lo mismo, así que recurre en ese caso a algún otro truco.
Refugio frío para gatos
Si quieres prepararle un refugio para combatir el calor sin necesidad de colocarlo cerca de un ventilador o del aire acondicionado, solo tendrás que usar una de esas cajas que les gustan tanto a los felinos y colocar en su interior una toalla mojada o un calcetín lleno de cubitos de hielo, aunque recuerda que ha de estar cerrado por la parte superior para evitar riesgos y posibles accidentes.
Cepillar y cortar el pelo

Tampoco podemos olvidar que el cepillado resulta imprescindible para que nuestro gato pueda afrontar bien el calor. Esto es porque con ello retiramos el pelo muerto que dificulta que expulse el calor. Así que debes recordar que, en verano, es necesario cepillarlo a diario. Además, tienes la opción de humedecer antes el cepillo con agua para refrescar todavía más su pelaje. No obstante, en el caso de los gatos de pelo largo, lo más adecuado es llevarlo a la peluquería para que se lo corten un poco.
Piscina de plástico en la terraza con gatos
Para aquellos que tengan terraza o jardín en casa, una estupenda idea es colocar una pequeña piscina de plástico en el exterior, a la sombra, cubierto el fondo de agua, Después puedes colocar en ella alguno de los juguetes de tu amigo peludo. Seguro que beberá más y jugará refrescándose. Solo has de tener en cuenta que el agua no debe tener profundidad para cubrir del todo sus patas, o se asustará y no la usará.
Helado especial para gatos
Por último, tienes la opción de prepararle un delicioso y refrescante helado especial para gatos. Para ello deberás elegir la lata de comida que más le guste. Luego has de pasarla por la batidora con un poco de caldo de pollo sin sal. A continuación, viértela en un recipiente apto para el congelador e introdúcela en este. Una vez que el helado esté listo y congelado, puedes dárselo a tu gato para que disfrute de una golosina refrescante y saludable.