Por qué deberías vacunar a tu perro contra la leishmaniasis

Vacunar a los miembros de la familia de cuatro patas resulta fundamental para protegerlos y cuidar de su salud. Y entre las enfermedades que es necesario evitar que contraigan se encuentra la leishmaniasis, también conocida como leishmaniosis, provocada por las picaduras de algunos insectos.

Una enfermedad parasitaria como esta, que también podemos contraer los humanos, puede presentarse de varias formas, así que hoy te contamos por qué debes vacunar a tu perro contra la leishmaniasis para que ninguno de vosotros deba preocuparse por ella.

Qué es la leishmaniasis

Perro
Perro en el río/Foto: Pixabay

Como enfermedad parasitaria, la leishmaniasis se transmite por medio de los insectos flebótomos de la familia Lutzomyia, muy parecidos al mosquito, los cuales son los portadores del parásito leishmania infantum. Cuando está infectado por este y pica a otro ser vivo, le transmite la enfermedad. Esta puede presentarse de diversas formas según cada lugar del mundo, pero hay que recordar que las leishmaniasis cutánea y visceral son endémicas en Europa.

De tal modo, uno de los principales motivos por los que hay que ser muy cuidadoso para vacunar a nuestros amigos peludos es que la leishmaniosis es zoonótica, es decir, se trata de una de esas enfermedades que se transmite de los animales a los seres humanos si nos pica uno de esos insectos.

Pero si hay otra cosa a tener en cuenta es que los síntomas y efectos son mucho más graves en los animales, así que lo mejor es que vacunes a tu perro contra ella, puesto que el reservorio principal de esta enfermedad son los canes, aunque también puede afectar a gatos y hurones. Recuerda que la leishmaniosis es crónica e incurable, y si no se trata puede ser mortal. Lo mejor en todo caso es vacunar a nuestros amigos peludos.

Síntomas de la leishmaniasis

perro
Perro durmiendo/Foto: Pixabay

Los síntomas de la leishmaniosis canina son de lo más dispares. Los más habituales en los perros incluyen la pérdida de pelo, inflamación en los párpados, lesiones cutáneas como heridas sin cicatrizar y descamación, cojera, crecimiento excesivo de las uñas, nódulos en las zonas en las que no hay pelo e insuficiencia renal. También puede cursar con fiebre, perdida de peso, lesiones oculares, inapetencia y problemas digestivos, como diarrea y vómitos.

En el supuesto de que observes alguno de estos síntomas en el perro, lo mejor es que lo lleves al veterinario para que le realice una exploración física y lo diagnostique, a ver si se trata de esta enfermedad o de cualquier otra. Si considera que puede serlo, le hará algún tipo de prueba diagnóstica, como una analítica, para estar seguro. En el supuesto de que sea leishmaniosis, reviste mucha importancia que se detecte cuanto antes, en una fase temprana. Esto permitirá disminuir los efectos de la enfermedad.

Prevención de la leishmaniosis en perros

Perro con collar
Perro con collar/Foto: Pixabay

Para prevenir esta enfermedad en los perros, lo mejor es tomar todas las precauciones posibles, desde la utilización de productos antiparasitarios como repelentes, para que los mosquitos y otros insectos no les piquen, hasta la vacunación.

No obstante, como la vacuna no es efectiva al 100% y existe un pequeño porcentaje de posibilidades de que se contagie, los especialistas recomiendan combinar las dos. De tal modo, el suministro de la vacuna debe ir siempre asociado a la utilización de las sustancias repelentes, como collares antiparasitarios, pipetas y métodos similares.

Vacuna

pasear al perro
Mujer paseando al perro/Foto: Pixabay

La época de mayor riesgo para su contagio es entre los meses de marzo y octubre, aunque con las consecuencias del cambio climático ya resulta relativamente fácil que los mosquitos puedan picarles en cualquier momento del año.

La vacuna es el método más eficaz para combatir la enfermedad, si tenemos en cuenta que reduce hasta cuatro veces la posibilidad de padecerla. Antes de aplicarla es conveniente realizar al perro un test serológico para detectar si ya la ha contraído, puesto que hay casos en los que puede ser asintomático, aunque no sean los más frecuentes. Si el resultado es negativo, puede administrarse la vacuna sin riesgo alguno.

Tratamiento de la leishmaniasis en perros

Para el supuesto de que no hayas vacunado a tu perro y este se haya contagiado, recuerda que esta es una enfermedad crónica y deberá estar medicado. El tratamiento suele consistir en una primera fase de un mes más intensa y una segunda de medio año con una medicación menos fuerte. Después de ello, tu perro llevará una vida normal, pero correrá el riesgo de recaer en cada ocasión que su sistema inmunológico falle, esté algo débil o contraiga otra enfermedad.

Por todo ello, para cuidar su salud como también cuidamos la del resto de la familia, es recomendable vacunar a nuestro amigo peludo de aventuras contra la leishmaniasis y recordar usar con frecuencia los productos antiparasitarios. Porque en ellos, como en todos, más vale prevenir.



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