¿Por qué mi gato me muerde?

Los gatos son adorables, inteligentes y elegantes, aunque cada uno de ellos tiene un carácter que lo hace único. Sin embargo, algunos de sus comportamientos y gestos son comunes para expresar lo que siente o lo que le pasa, y resulta imprescindible comprenderlos para poder prestarles la atención que necesitan.

Los mordiscos forman parte de esas señales que hemos de ser capaces de interpretar. Te explicamos por qué tu gato te muerde y qué debes tener en cuenta para sobrellevar este comportamiento en un animal con gran instinto cazador, más agudizado cuando son jóvenes.

Algunas razones de que tu gato te muerda

Tu gato está aburrido

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Gato/Foto: Pixabay

Cuando tu gato está aburrido y quiere jugar es probable que te mordisquee las manos, los dedos o los pies. Al moverlos, jugará a cazarlos como si fueran sus presas, e incluso puede que te haga daño. Este modo de juego lo mantendrá desde pequeño si lo has dejado actuar así desde que era una cría y no le has corregido nunca el comportamiento.

Para evitarlo, lo más adecuado es que lo acostumbres a utilizar juguetes en vuestros momentos de diversión, y será a través de ellos como se exprese cuando quiera jugar, sin necesidad de tener que recurrir a tus manos.

Tu gato está harto de caricias

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Gato sentado en sofá/Foto: Unsplash

Los gatos son cariñosos y con un comportamiento independiente, así que si le estás dando mimos y se cansa de ellos, te morderá para que pares y lo dejes en paz. También puede indicarte que no quiere más caricias con gruñidos de protesta o mostrando una actitud irascible o inquieta.

Si quiere bajar de tu regazo o irse para estar solo, déjalo. Y si después de un rato de pasar la mano por su lomo mientras está a tu lado en el sofá, te suelta un mordisco, para inmediatamente. Está claro que no quiere más atenciones y que lo estás agobiando. Cuando quiera compartir de nuevo su afecto, no te preocupes que volverá.

Tu gato tiene miedo

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Gatito blanco/Foto: Unsplash

Otra de las razones por las que tu gato puede morderte es para defenderse, porque cree que va a ser o está siendo atacado, pero también porque siente miedo o intimidación por algo. Recuerda que los mininos son animales muy sensibles y se estresan cuando han de hacer frente a situaciones que no controlan o que los desestabilizan. De repente puede ponerse en situación de alerta y a la defensiva, y luego morder como señal de defensa. Procura que esté tranquilo y no alterar sus hábitos ni su espacio con presencias ajenas. Asimismo, ha de contar con todo lo necesario, como agua, el arenero, los rascadores y los juguetes.

Por otro lado, debes tener en cuenta que los temores de tu gato, los mismos que es posible que le conduzcan a morderte, ni siquiera tienen por qué estar presentes. Es decir, si tiene algún trauma del pasado, es posible que provoquen que te muerda. El mejor modo de afrontar esta situación es darle cariño y afecto, además de tener mucha paciencia con él.

Tu gato está enfermo

Gato mordiendo dedo
Gato mordiendo dedo/Foto: Unsplash

Si tu gato está enfermo y le duele algo, es posible que muerda como una reacción a su propio dolor. Es relativamente frecuente en los gatos mayores que padecen enfermedades como la artrosis. Sucede porque cuando le tocas o le acaricias para darle mimo, le haces daño sin darte cuenta, e instintivamente su reacción es morderte o arañarte. Si crees que esta u otra enfermedad puede estar provocando tal comportamiento, acude al veterinario para que le haga una revisión.

Qué hacer para que el gato no muerda

Gato mordiendo
Gato mordiendo mano/Foto: Unsplash

Si el veterinario ha excluido cualquier motivo de salud para que se comporte de ese modo, puedes hacer varias cosas para que el gato no muerda. La principal es dejar de utilizar las manos, los dedos o los pies para jugar y usar siempre juguetes. Esto será más sencillo de lo que crees, sobre todo, si le enseñas desde que es una cría. Lo aprenderá rápido si procedes a dejar de jugar con él en el momento en que te muerde y si con la voz exclamas que te hace daño, pero no grites. El lamento basta para hacerle entender que te lastima.

Asimismo, no le prestes atención si se pone agresivo, que tu reacción no pueda sentirla nunca como una amenaza. Desvía su atención, pero que sea de manera tranquila, como lanzar un juguete para que lo coja. También resulta fundamental que tenga en casa un rascador donde poder rascar, morder y jugar dando rienda suelta a sus instintos de cazador. Mejor colócalo en una zona que sienta como su territorio. Por último, deberás tener en cuenta que el entorno tiene que ser sano y estable para mantener a tu gato libre de estrés y de situaciones de ansiedad que lo alteren y provoquen que muerda.



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