¿Qué hago si ya no puedo cuidar a mi mascota?

Estas son las opciones que tienes a tu alcance si por motivos de salud u otras circunstancias ya no puedes cuidar a tu mascota

Una mascota no es un juguete, sino un miembro más de nuestra familia, a quien nos comprometemos a cuidar y querer durante toda su vida. La tenencia responsable resulta imprescindible en este aspecto y, si uno no está dispuesto a asumirla, mejor que no tenga un amigo de cuatro patas.

Sin embargo, hay ocasiones en la vida en las que, después de acoger una mascota en nuestro hogar, las circunstancias cambian y no nos es posible dedicarle los cuidados que se merece. ¿Qué se puede hacer entonces? Estas son las opciones que tienes a tu alcance si por motivos de salud u otras circunstancias ya no puedes cuidar a tu mascota.

Guarderías para mascotas

Ojos de perro
Perro tendido/Foto: Unsplash

Antes de plantearse la medida más drástica, que seguro que te duele de una manera indescriptible, por no poder atender a tu perro o a tu gato, piensa en la posibilidad de dejarlo en una residencia, hotel o guardería para perros u otros animales donde lo atenderán debidamente durante tu ausencia. Asimismo, en algunos refugios de animales y organizaciones de rescate se ofrecen servicios de acogida temporal, por lo que pueden hacer la labor de las guarderías durante unos días.

Estos es especialmente útil en aquellas ocasiones en las que sabes que se trata de algo temporal. Tal vez vayas a estar temporalmente ingresado en un hospital, tengas que hacer un viaje de varias semanas a un lugar donde resulta imposible llevarlo o afrontas cualquier otra circunstancia que no te permitirá atender a tu amigo peludo como debes para que se encuentre sano, alimentado y feliz. En estos supuestos, es habitual acudir a algún familiar o amigo, pero si no es posible hacerlo, porque no pueden o porque resides en un sitio en donde no tienes a nadie para que te eche una mano, la guardería es la mejor opción.

En este tipo de centros especializados puedes dejar a tu perro desde unas horas hasta varios días. Elige el adecuado y no añadas a la angustia de la situación dura que puedas estar viviendo la de tener que separarte de tu compañero de juegos y aventuras. Bien es cierto que si la situación se prolonga o, de antemano, ya sabes que no vas a poder atenderlo como debes, la decisión deberá ser otra, por su carácter definitivo.

Entrega en adopción

Gato con juguete
Gato con juguete/Foto: Pixabay

Tal vez tu enfermedad tenga un carácter irreversible y te veas obligado a valorar esa terrible opción de tener que desprenderte de tu amigo peludo. Lo mejor para ello es darlo en adopción a alguien que sabes que lo va a adorar y a cuidar como debe. Puede ser un familiar o un amigo. También hay la posibilidad de preguntar al veterinario, que suele conocer a personas que están interesadas en adoptar un gato o un perro y te dará referencia sobre ellas. Sea a través de terceras personas o tú directamente, deberás asegurarte de investigar los antecedentes del adoptante. Hasta el último segundo tu mascota es tu responsabilidad y hay que asegurarse de que la cuidarán como se merece.

Sea como fuere, no te apresures. Asegúrate de que se lo entregas a aquel con quien mejor vaya a estar, si es posible con un jardín inmenso y una familia que lo adore. En los momentos más tristes al pensar en él será un consuelo saber que está mucho mejor, y te ayudará a pasar el duelo de la separación.

Protectoras de animales

Gato y perro en el salón
Gato y perro en el salón/Foto: Unsplash

Las protectoras de animales también se hacen cargo de los animales cuando no se les puede atender. Si ves que no conoces a nadie a quien darlo en adopción o que no te convence ninguno de los candidatos posibles, si acudes a una protectora, esta se encargará de buscarle un hogar adecuado y definitivo. Ten en cuenta que este tipo de centros tramitan adopciones responsables con contrato, atención veterinaria, microchip y esterilización si es necesaria.

No obstante, recuerda asimismo que las protectoras de animales se caracterizan por su gran carga de trabajo. Muchas de ellas, sobre todo en núcleos de población de mayor tamaño, están completamente saturadas, así que llevará su tiempo encontrarle un sitio adecuado. Es posible que se de el caso de que tu amigo peludo esté viviendo aún contigo mientras le buscan un nuevo hogar.

Momento de la separación

Mascota y mujer
Perro y mujer/foto: Unsplash

En el momento de la entrega de tu mascota, recuerda que debe tener las vacunas al día y facilitar toda la información necesaria para su adecuado cuidado, como problemas de alimentación, alergias, gustos, etc. El historial médico y conocer los hábitos de comportamiento son imprescindibles para que la transición de un hogar a otro sea exitosa.

Procura que el perro no perciba tu pena. Necesita tranquilidad y amor. Para él también va a ser duro y es capaz de percibir tus emociones. Busca apoyo emocional entre los tuyos y, si te resulta complicado afrontarlo, pide ayuda a un terapeuta. Esto es especialmente útil en aquellos supuestos en los que ya estás lidiando con una situación difícil, como puede ser una enfermedad grave. Recuerda siempre que, con tu decisión, tu mascota estará mucho mejor y, si el adoptante lo permite, incluso puedes acordar con él visitarla de vez en cuando.



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