Al igual que sucede cuando decidimos adoptar un gato, hacer lo propio con un perro requiere antes una reflexión previa. Al fin y al cabo, los perros son una de las mejores compañías y alegrías de la casa, pero solo si existe un sincero compromiso por nuestra parte en el momento de tenerlo.
Nunca se repite lo suficiente que los perros no son un juguete, y nadie está obligado a tener uno, pero sí es cierto que, si se lo adoptas, tienes la obligación de cuidarlo, alimentarlo y proporcionarle todo lo que necesita para su bienestar físico y emocional. Así que sé sincero en el momento de plantearte su adquisición y ten en cuenta todo lo que necesitas saber antes de adoptar un perro.
Lo que necesitas saber antes de adoptar un perro
Responsabilidad y compromiso

Puede que lo primero en lo que se piense al adoptar un perro sea en los paseos, los juegos y la alegría de que nos reciba feliz cuando llegamos a casa, y sin embargo lo primordial que uno ha de tener en cuenta antes de hacerlo son la responsabilidad y el compromiso que implica tenerlo.
Un perro pequeño cuenta con un promedio de vida de unos 15 años, mientras que las razas grandes rondan la década. De tal manera, no es una decisión que puedas tomar hoy y arrepentirte mañana. Piensa que dependerá de ti, será tu responsabilidad y deberás ocuparte de él durante muchos años, tanto si está sano como si enferma. Recuerda que los perros son animales muy dependientes.
Así que piensa en tu futuro. ¿Vas a mudarte de país o de ciudad? ¿Tu trabajo implica estar todo el día fuera de casa? ¿Cuáles son las perspectivas de futuro que tienes en la próxima década? Hay que ser consciente de que existen formas de vida que no son compatibles con tener un animal en casa, así que sé honesto y no hagas pasarlo por un sufrimiento o una sensación de abandono innecesarios. Si adoptas un perro que sea con responsabilidad y comprometiéndote a cuidar de este nuevo compañero de vida todo lo que haga falta.
Disponibilidad de tiempo

El tiempo es un factor muy relevante a la hora de adoptar un perro. Hablamos de animales sociables, que necesitan compañía y que requieren actividad física, como paseos y juegos. Da igual que llegues agotado del trabajo o que vivas en un sitio que se pase meses lloviendo a cántaros. Tu perro necesitará que lo bajes unas tres veces al día a dar su paseo. La primera por la mañana, ya sea antes de ir a clase o al trabajo, otra a media jornada y, por último, antes de acostarse y que caiga la noche.
¿Dispones de ese tiempo para ofrecerle? Tal vez te pases fuera de casa muchas horas continuadas o tu trabajo te exija viajar y estar varios días lejos de tu hogar, por lo que no podrás atenderle debidamente. Y tampoco es justo que lo conviertas en una carga para tu entorno cada vez que no estás, condicionando su vida. Además, si vives en compañía o con toda la familia, tendrás que tener en cuenta su opinión al respecto. ¿Están ellos dispuestos a compartir espacio y a soportar ladridos y paseos cuando tú no puedas ocuparte de tu mascota por una enfermedad o imprevisto? De nuevo, el perro es tu responsabilidad y, en ese sentido, es como tener a un niño pequeño a tu cargo.
Situación económica

Tu compromiso y tu responsabilidad están claros. Tampoco tienes demasiada dificultad con el tema tiempo, así que cuentas con todo a favor para adoptar un perro y comenzar a disfrutar de la alegría de compartir con él tu vida. Sin embargo, hay un factor especialmente relevante que tampoco debes olvidar: el dinero.
Y es que adoptar un perro implica gozar de una situación económica lo suficientemente buena como para poder cubrir todos los gastos que conlleva, que no son pocos. La alimentación, las visitas al veterinario, los productos de higiene y, en el caso de algunas razas determinadas, la peluquería, puesto que será complicado que te ocupes tú mismo del baño y el corte de pelo.
Con todo ello, ten en cuenta que los gastos en la economía doméstica se incrementarán cada mes, más todavía si hablamos de perros grandes que comen mucho o de aquellos delicados que necesitan una serie de atenciones y cuidados especiales que no resultan precisamente baratos. Y si hablamos de irse de viaje y dejarlo en un hotel para perros convenientemente atendido, el precio también incrementará el coste de tus vacaciones.
Lugar en el que vives

Si cumples todos los requisitos anteriores y lo tienes claro, solo hay una cosa más que tienes que considerar a efectos prácticos, y es el lugar en el que vives. Primero, ha de ser un sitio en el que esté autorizada la tenencia de animales de compañía. Son muchos los contratos de alquiler y las normas de las comunidades de vecinos en los que se especifica que no está permitido tener perro o que se prohíbe su estancia en determinados lugares o zonas comunes. Las causas principales son el ruido, por el tema de los ladridos, los excrementos y el deterioro del entorno, aunque estos puntos sean más culpa de algunos responsables de los animales que de estos en sí, pero para evitar problemas, es habitual que se regule la prohibición absoluta.
Para el caso de que no tengas problema en tu casa o piso para adoptar un perro, no olvides elegirlo en función de su tamaño y su raza según el espacio del que disponga. Un pastor alemán o un San Bernardo puede ser adorable de cachorro pero no resultar lo más adecuado para tener en un estudio cuando crezca y sea adulto.
Si vives en un sitio con poco espacio, lo mejor son razas pequeñas y tranquilas que no necesitan mucha actividad. Pero los perros medianos y grandes necesitan más movimiento y actividad física, y adecuarse a un entorno más amplio, por lo que serán más adecuados para pisos de mayor tamaño o casas. No olvides también que, si hay niños en la familia, deberás elegir una raza adecuada, pues no todas tienen buena predisposición hacia los pequeños. Y si vas a adoptar una de las consideradas potencialmente peligrosas, consulta antes la legislación para saber qué medidas y requisitos debes cumplir.
Si tienes todo esto claro, solo deberás acudir a las protectoras de animales cerca de donde vives para elegir a tu nuevo compañero de vida. ¡El futuro os espera!