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Un Madrid de llegadores

El equipo de Mourinho se agarra otra vez a la zurda de Di María y al contragolpe para ganar

LADISLAO MOÑINO

 

El Madrid no dio sensación de superioridad desde el balón, tampoco la buscó porque no le hizo falta. Sin barroquismos, con la verticalidad que le caracteriza resolvió un partido que se le presuponía complicado. No fue así salvó el arreón del Getafe tras el golazo de Parejo y la agonía final por el de Albín. El canterano cedido por el Madrid cosió un zigzag y un derechazo que le descubrieron el pedigrí que ahora quieren recuperar en Chamartín.

A los 20 minutos parecía que el Madrid se impondría con una sola pierna: la izquierda de Di María, siempre vertical. Su primera gran condición es que inicia las jugadas con un propósito, casi siempre dañino. Es de esos futbolistas que sienten el toque como segundo recurso porque se fían mucho de su uno contra uno. Su primera intención es arrancar y empezar a saltarse contrarios. Así fabricó el primer tanto. Una incursión que Mané quiso detener inocentemente con un ligero agarrón. Undiano lo consideró suficiente para señalar el penalti que ejecutó Cristiano. Diez minutos después fue otra vez la pierna izquierda de Di María la que agujereó al Getafe. Adivinó un pase al hueco que cerraron mal Miguel Torres y Cata. Por entre ellos dos se coló Özil en funciones de llegador. La maniobra la culminó el alemán tirando de cintura para sentar a Codina y marcar a puerta vacía.

A estas altura de temporada, Di María se está revelando como el jugador más decisivo del Madrid. Más allá del lustre estadístico que le dan a Cristiano sus goles, el fútbol de Di María está pesando más que el del portugués o que el de Özil.

La obsesión por la verticalidad que tiene Mourinho, la misma en la que se empeñó Pellegrini, ha convertido al Madrid en un equipo de llegadores. En un conjunto con una segunda línea mortal cuando tiene espacios por delante, pero con pocos automatismos cuando tiene que elaborar. Pasan los partidos y Özil es un futbolista de detalles. Grandes gestos técnicos, decisivos muchas veces, pero sin una participación con presencia. Lo mismo sucede con Benzema, al que parece sobrepasarle la velocidad de ataque de sus tres compañeros de aventuras. Benzema necesita otro estilo, pero Mourinho hasta ahora no se lo ha buscado. Necesita más balón para asociarse con Cristiano con paredes. Se buscan mucho, y cuando se encuentran hacen mucho daño. Así sucedió en el tercer gol. Aunque fue otro gol de un llegador. Un tanto tras un robo y tres toques vertiginosos. La misma secuencia, pero al revés, la estampó Benzema en la escuadra.

Tampoco contempla Mourinho como opción prioritaria que al lado de Xabi Alonso juegue un futbolista más creativo que Lass o que Khedira. Ayer jugó el francés y reapareció el mismo mal de la temporada pasada. Lass es un estorbo para Alonso porque le corta las líneas de pase. Mourinho lo dejó en la ducha. Con el partido resuelto, metió a Kaká por Benzema. Ahora está por ver si será un llegador más o un creador...

Getafe: Codina, Miguel Torres, Cata, Rafa, Mané; Pedro Ríos (Albín, m. 47), Boateng, Gavilán (Casquero, m. 66; Parejo; Miku y Manu (Mosquera, m 77).

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Albiol, Marcelo; Lass (Khedira, m. 46), Xabi Alonso; Di María, Özil (Garay, m. 83), Cristiano; y Benzema (Kaká, m. 75).

Goles: 0-1. M. 11. Cristiano, de penalti, señalado por un leve agarrón de Mané a Di María. 0-2. M. 18. Gran pase al hueco de Di María a Özil, este se cuela entre Torres y Cata y marca tras sentar a Codina. 1-2. M. 28. Parejo se zafa de Marcelo y Lass, y supera a Casillas con un fuerte derechazo. 1-3. M. 57. Cristiano, de tiro raso, a pase de Benzema. 2-3. M. 84. Albín aprovecha un rechace.

Árbitro: Undiano. Expulsó a Arbeloa (m. 82) por doble amarilla. Amonestó a Boateng, Cata, Lass, Parejo, Khedira, Di María, Miku, Mosquera

Coliseum: 23.000 espectadores. 

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