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El IPC cierra 2016 en el 1,5% tras repuntar 8 décimas en diciembre por la subida de las gasolinas

La inflación interanual alcanza su nivel más alto desde agosto de 2013. La tasa media del año sigue siendo negativa, de un -0,2%

Varios vehículos repostan en una gasolinera. EUROPA PRESS

PÚBLICO / AGENCIAS

MADRID.- Los precios en España subieron un 1,5% interanual en diciembre, subiendo con fuerza frente al mes anterior e impulsados por el incremento del precio de los carburantes, según el indicador adelantado publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La tendencia al alza iniciada en septiembre tras 13 meses sin incrementos en un contexto de precios bajos del petróleo se consolidó en diciembre tras las subidas del crudo a raíz de un acuerdo de los miembros de la OPEP y otros productores de petróleo para recortar la producción.

La inflación marca con el 1,5% el cierre de año más alto desde 2012. Es, además,  el nivel más alto que alcanza el IPC desde agosto de 2013. En términos intermensuales, el IPC subió un 0,6% en diciembre.

La tasa de inflación se ha movido en cifras negativas a lo largo de prácticamente todo el año (volvió al signo positivo desde septiembre). Por ello, la tasa de IPC promedio del año sigue siendo negativa por tercer año consecutivo: el -0,2%.

 De este modo, los precios terminan el año por debajo del incremento salarial pactado en convenio (1,08% hasta noviembre), de lo que subieron los sueldos de los empleados públicos este año (1%) y del incremento que experimentaron las pensiones (0,25%), con las consiguientes ganancias, aunque muy modestas, de poder adquisitivo.

Si el INE confirma estas cifras el próximo 13 de enero, se trataría del mejor dato interanual del IPC de los últimos cuatro años, después de subir ligeramente en 2013 (0,3%), caer en 2014 (1%) y mantenerse plano en 2015. No obstante, pese al repunte que han registrado los precios en el último trimestre del año, el IPC lleva 42 meses sin rebasar el 2% (en junio de 2013 subía el 2,1%).

El IPC interanual arrancó el año 2016 en tasas negativas, marcando una tasa del -0,3% en enero. Durante ocho meses registró tasas negativas hasta que en septiembre volvió a terreno positivo con una tasa del 0,2%. Desde entonces y en sólo cuatro meses el IPC ha crecido 1,2 puntos, volviendo al finalizar 2016 a niveles de 2013, más acordes con la evolución habitual de los precios en la economía española.

En tasa mensual, los precios de consumo registraron en diciembre una tasa del 0,6 % respecto al mes de noviembre, de manera que suman ya cinco meses consecutivos sin caídas y supone la mayor subida en un mes de diciembre desde 2010, cuando también creció el 0,6 %.

En cuanto a la variación anual del IPC Armonizado (que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro) el indicador adelantado suibió al 1,4% en diciembre respecto al mismo mes de 2015, de manera que mejoró en nueve décimas respecto a la tasa de noviembre. En tasa mensual, este indicador armonizado se situó en el 0,5%.

Subida del petróleo, "una mala noticia"

En los últimos cuatro meses, la tasa de IPC se ha disparado 1,3 puntos, un "cambio radical" que se sustenta en el incremento de los precios del petróleo, algo que, a juicio del catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, es una "mala noticia". Maudos ha explicado que este alza de precios de los carburantes supone destinar más renta a pagar la factura energética, lo que afecta negativamente al saldo del sector exterior y es un "shock negativo" de oferta que perjudica al ritmo de creación de empleo y al crecimiento del PIB.

En este sentido, ha explicado que España es uno de los países europeos donde más importancia tiene la energía en la cesta de la compra (12% del total, frente a 10,5% en la eurozona), por lo que "ante una subida del petróleo, el IPC crece en mayor medida".

Las previsiones de este experto sitúan la inflación en 2017 en torno al 2%, debido a que el precio del petróleo se mantendrá previsiblemente en los 60 dólares por barril en los próximos meses, tras el recorte de la producción acordado por la OPEP, y a la política monetaria del BCE y de la Reserva Federal estadounidense Fed (que ha subido tipos y se anticipa que los suba varias veces en 2017).

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