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Las bases de IU apoyan dar al PP la Junta de Extremadura

La dirección regional se alinea con la federal, que apuesta por el PSOE

JUANMA ROMERO

El culebrón extremeño tiene todas las papeletas para acabar definitivamente hoy domingo. Si no hay contratiempos, por fin se sabrá a quién investirá Izquierda Unida presidente de la Junta. Lo decidirán los 52 miembros del Consejo Político Regional, convocados a partir de las 10 horas en Mérida. La incertidumbre es máxima. 'Nada está ganado, los números no son seguros. Todo puede pasar', coincidían las direcciones regional y federal.

El penúltimo episodio no despejó el desenlace -o el socialista Guillermo Fernández Vara o el conservador José Antonio Monago-, pero sí aclaró dos claves de la intriga: la votación de las bases y la posición de la cúpula regional. Todo ello salió a la luz en la reunión de más de nueve horas de la Presidencia Ejecutiva Regional, formada por 16 dirigentes y a la que acudió invitado Víctor Casco, uno de los tres diputados electos.

Por partes. A falta del escrutinio definitivo, en números redondos, y según los datos recabados por Público de las direcciones regional y federal, el 78% de los militantes que participaron en las consultas no vinculantes apostó por la abstención. Es decir, por conceder la Junta al PP. Sólo un 22% defendió el apoyo a Vara. Pero ese era el voto directo. Hubo que ponderarlo: dar más peso a los municipios donde IU obtuvo más papeletas el 22-M. O sea, a las grandes ciudades. En todas ellas, salvo Mérida, ganó la alternativa de mantener al PSOE en el Gobierno. Aplicado este tamiz, la vía Monago vencía entre las bases, pero por menos margen: en torno a un 55%-45%.

El respeto al rotundo pronunciamiento de las bases, y más ahora que sopla el viento a favor del 15-M, fue uno de los argumentos sostenidos durante la jornada del sábado en la Presidencia por los dirigentes partidarios de dar el Ejecutivo al PP. Fue también la tesis avalada por unanimidad el PCE extremeño (y contra la directriz de la dirección federal del partido). Y la que defendió sin ambages el diputado electo Alejandro Nogales. Dijo en la reunión que apoyaba la abstención, pero todas las fuentes consultadas subrayaron que, si hoy el Consejo decide lo contrario, se someterá a la disciplina de voto. 

Pero la postura de apoyar al PSOE contaba con importantes valedores. Primero, la ejecutiva federal de IU. Parte de ella se desplazó a Mérida: Cayo Lara, el coordinador federal; Miguel Reneses, secretario de Organización; Ramón Luque, responsable de Electoral, y Antonio Cortés (Economía y Finanzas).

Madrid dejó caer, en forma de 'amenaza', que un Gobierno del PP tendría 'consecuencias'

Y segundo, el líder regional de IU, Pedro Escobar, y su número dos, Joaquín Paredes, que hicieron pública por primera vez su posición: investir a Vara como 'mal menor', aunque ambas alternativas comportaran 'riesgos'. 'Que se alineen con Madrid es un dato definitivo, relevante', relataban satisfechos en el círculo de Lara. Porque nadie quería hacer declaraciones con nombre y apellidos. Y menos el coordinador federal.

Durante el debate, también se colaron dos noticias: el respaldo a las exigencias programáticas de IU que dio primero Vara y luego, Monago, que en un gesto insólito apoyó incluso la subida de impuestos a los ricos. La dirección federal subrayó la posición 'oportunista' del PP, demostrable por su gestión en otras autonomías. Los dirigentes extremeños no tenían una visión tan clara: algunos, tras 28 años de gobiernos socialistas, acogían con 'mucho escepticismo' la receptividad de Vara, y otros se fijaban en que no era 'nada creíble' el interés del PP, relataron varios asistentes a la cita.

La discusión, aunque larga, fue menos bronca de lo previsto. La delegación del federal, con sus intervenciones 'rotundas y claras', remachó que no hay más vía que apoyar a Vara. Sí o sí, porque la decisión no tenía efectos sólo en Extremadura. Afectaba al discurso de Lara y a su 'credibilidad' para las generales. Madrid dejó caer, en forma de 'amenaza', que un Gobierno del PP tendría 'consecuencias' para la federación extremeña.

La cita acabó con un sabor agridulce: Paredes, secretario regional de Organización, puso su cargo a disposición de Escobar. Este rechazó la dimisión. 

Al calor del debate interno en IU, ayer hablaron los dos candidatos a la Junta. Y los dos compraron el programa de mínimos exigido el viernes por IU. Vara, que ha guardado en el último mes un celo extremo, aceptó formalmente los “12 mandamientos”. Ocho coinciden, dijo, con el programa del PSOE. Y cuatro los apoya “con matices”, como la Refinería Balboa o el cierre de la oficina del expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Monago resaltó la “sintonía muy importante” entre el PP y el texto de Escobar, y se mostró hasta “dispuesto a hablar” de rescatar el Impuesto de Patrimonio.  

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