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El cierre de una de las arterias
del Metro de Madrid convertirá
la 'vuelta al cole' en un caos 

Cristina Cifuentes ha cerrado este verano la Línea 1 del suburbano. Se había previsto que los servicios especiales cubriesen las carencias que han provocado las obras, pero los usuarios dicen que es insuficiente. Sin embargo, se teme que lo peor está por llegar en septiembre, cuando los habitantes de la capital retomen sus rutinas.

El cierre de la Línea 1 del Metro trastocará la vuelta a la rutina de los habitantes de Madrid. EFE

​MADRID.- La vuelta de las vacaciones se hará todavía más dura este septiembre para los habitantes de Madrid. Al retomar sus rutinas, muchos se darán cuenta de que les es imposible acceder a su lugar de trabajo en Metro por la reforma que mantiene cerrada la Línea 1, la segunda más usada del suburbano. Quienes han permanecido en la capital durante el verano ya han sufrido sus consecuencias con la ciudad a medio gas, pero el inicio del curso se prevé aún más caótico.

Tanto asociaciones de vecinos como plataformas ciudadanas y usuarios a título individual están alertando sobre los problemas de transporte que se avecinan con la llegada de septiembre. Al cierre de una de las principales arterias de la ciudad hay que sumar consecuencias como la previsible congestión del tráfico por carretera y el impacto que eso tendrá sobre el medio ambiente.

Margarita Gómez Olarte, portavoz de la plataforma Sufridores del Metro cuenta que
“para muchos está siendo un verano horrible en el que las obras de la L1 coinciden durante casi un mes con el cierre del túnel de Recoletos de Cercanías, también por obras de mantenimiento. Un error de planificación lamentable, ya que Cercanías se presentaba como la alternativa de transporte más importante al cierre de la L1”.

Sufridores del Metro lleva activa desde Agosto de 2012, cuando en el Metro de Madrid empezó el “menos por más”. La plataforma surgió cuando el Partido Popular aplicó recortes en todos los servicios públicos de la Comunidad de Madrid, incluyendo el Metro. Se cerraron 21 vestíbulos y los trenes comenzaron a circular cada vez con menos frecuencia.

"Es probable que en
próximos veranos
vuelvan a cerrar”

En su perfil de Twitter, @SufridoresMetro recibe quejas a diario, pero son conscientes de que “lo peor está por llegar”. “En septiembre, y especialmente tras el inicio del curso escolar, veremos en toda su plenitud las consecuencias de no hacer las obras por tramos y durante el verano para minimizar las molestias a los usuarios y afectar lo menos posible a la movilidad de la ciudad de Madrid”, avisa Gómez Olarte.

El hecho de que las obras de renovación se hayan efectuado al mismo tiempo y no por tramos es lo que más ha irritado a los vecinos de las zonas afectadas. Los barrios más perjudicados son Tetuán en el norte y Vallecas en el sur, que ahora han quedado todavía más aislados del centro de la capital.

David Javier Sánchez-Camacho, actual Presidente de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán, por el contrario, piensa que el declive llegará algo más tarde: “Casi peor que septiembre, creemos que será el mes de octubre, cuando comiencen las lluvias”. También ha mostrado su preocupación por el hecho de que las obras no sean definitivas, lo que significa que "es probable que en próximos veranos vuelvan a cerrar”.

La renovación de la línea tiene una duración estimada de 133 días. Su reapertura está prevista para el 12 de noviembre pero las obras también deberían haber comenzado el 18 de junio. El Consorcio Regional de Transportes se vio obligado a retrasar esta fecha para “garantizar un transporte alternativo” a los pasajeros. A pesar de estos esfuerzos, muchos usuarios se ven obligados a hacer una gymkana diaria por Madrid para intentar llegar sus destinos.

"La Línea 1 va a cumplir 100 años desde que en 1919 la inaugurase Alfonso XIII", avisan desde la página web del Metro de Madrid. Sus hermanas ya le han adelantado pero ella "no puede quedarse atrás en este proceso de transformación" que ha provocado su cierre prácticamente total. A los trabajos de mejora de la Línea 1, hay que añadir también las obras del túnel de Recoletos —del 30 de julio al 4 de septiembre— que afectan al tramo de Cercanías entre Atocha y la estación de Recoletos.

La más veterana es también "la más abandonada". Así apodan los usuarios a la que fue la primera línea del Metro de Madrid. También es una de las más usadas. La L1 ha transportado más de un cuarto de millón de viajeros diarios —46.960.063 usuarios entre enero y junio de 2016—, según los datos estadísticos del Metro de Madrid. En 2015, fue además la segunda línea con más usuarios, sólo por detrás de la número 6, más conocida como “la circular” que conecta a todas las demás y que transportó 85, 4 millones de viajeros, casi el doble de la población de España. Sin embargo, desde el mes de julio, los usuarios de “la más veterana” se han visto obligados a buscar un transporte alternativo debido a las obras de mejora que la mantienen cerrada.

Obras de mejora de la Línea 1 de Metro en la estación de Tribunal. Los trabajos de mejora que afectan a 25 de sus 33 estaciones. EFE/J.P.Gandul

Obras de mejora de la Línea 1 de Metro en la estación de Tribunal. Los trabajos de mejora que afectan a 25 de sus 33 estaciones. EFE/J.P.Gandul

El corte casi total —en 25 de sus 33 estaciones— de la línea que atraviesa Madrid de norte a sureste afecta al tramo entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe. Sin embargo, el consejero de Transportes, Pedro Rollán, no descarta que antes del 12 de noviembre se puedan "abrir algunas estaciones en función de si la obra está ejecutada o no" pero asegura que "todavía es pronto para poder comprometerse" porque los plazos están "muy ajustados".

Desde la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán aseguran que “en ningún momento” se han negado a la reforma. Al contrario, “pensamos es necesaria” afirma su presidente. Sin embargo, sí cree que habría que “haberlo realizado por tramos y de manera definitiva, con accesos para personas con escasa movilidad. Incluso la realización de algún transbordo nuevo con otra línea próxima al distrito”.

Ante esta situación, Sufridores del Metro puso en marcha una petición en la plataforma Change.org para que las obras se realizasen por tramos. “La solicitud de realizar esta obra por tramos no era sólo nuestra, fue un clamor de una buena parte de los usuarios de Metro”, comentan los promotores de la plataforma. Esta petición llegó a reunir más de 21.000 firmas de las asociaciones de vecinos de los barrios más afectados —Tetuán y Vallecas—, expertos en movilidad sostenible, el Ayuntamiento de Madrid, y todos los grupos políticos de la oposición en la Asamblea de Madrid.

Sin embargo, se desoyeron sus peticiones y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes “esgrimió argumentos técnicos para hacerlas de un tirón y no escuchó las alternativas que se le proponían”, asegura Margarita Gómez Olarte desde Sufridores del Metro.

“Creemos que se trata de una decisión política y que responde a intereses que se alejan de los de los usuarios del transporte público. Vamos a sufrir las consecuencias de estas obras especialmente al regreso de las vacaciones de verano y hasta bien entrado el mes de noviembre”, añade Gómez Olarte.

Un servicio especial insuficiente

Para contrarrestar el efecto del cierre de la Línea 1, se puso en marcha un servicio especial de autobuses sin coste adicional que se divide en tres rutas. Este servicio adicional además pretende conservar los mismos horarios de circulación que el Metro.

Aparte del servicio especial de autobuses, también se ha reforzado el transporte público ordinario, según informa el Consorcio Regional de Transportes. El servicio de Cercanías ha ampliado los servicios en varias de sus líneas y se ha aumentado el número y la frecuencia de los autobuses durante el periodo de obras. Sin embargo, para los viajeros esto no es suficiente.

Desde la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán creen que las alternativas de transporte no suplen “en absoluto” las necesidades de los viajeros. “Solamente el tiempo de cambio de bus a Metro o a cercanías, supone ya una molestia, y no todo el mundo posee la tarjeta de transporte, o el metrobús”, declara el presidente de la asociación.

Tampoco comprenden por qué “no se han implantado líneas de autobuses que hagan entero el recorrido ya que hay zonas que quedan sin acceso, como la estación de tren de Atocha”. “En cambio, —añade— los autobuses sustitutivos tienen la ventaja de circular incluso más rápido de lo que iba el Metro”.

Aunque los responsables del Metro de Madrid insisten en que su objetivo es "reducir las molestias a los viajeros", los clientes reclaman que el servicio especial es insuficiente. Las protestas por las obras son constantes, especialmente a través de las redes sociales. La mayoría de los usuarios coinciden, además, con la opinión de que el camino al trabajo se hará aún más difícil con el inicio del curso escolar.

Los promotores de @SufridoresMetro coinciden con la opinión de las asociaciones de vecinos: “Leemos todos los días tuits de usuarios que se quejan de que los autobuses del Servicio Especial que sustituye a la L1 son insuficientes, acompañados de fotos y testimonios. Algunos cuentan que tienen que dejar pasar varios autobuses llenos hasta que pueden subirse a alguno. Muchos otros se quejan de que tramos enteros de la L1 no están cubiertos por los servicios sustitutivos de autobuses”.

Atasco en los principales accesos a la ciudad de Madrid. EFE/Juan Carlos Hidalgo

Atasco en los principales accesos a la ciudad de Madrid. EFE/Juan Carlos Hidalgo

Pero las obras no afectan sólo a los pasajeros, sino también al medio ambiente. Desde Sufridores del Metro, advierten de que las obras “van a tener un impacto muy negativo en toda la ciudad, no sólo por los retrasos y la falta de alternativas de movilidad, sino también por el tráfico extra que van a generar y problemas asociados a la calidad del aire que respiramos”.

El presidente de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán coincide con esta afirmación: “Ha aumentado el tráfico en la zona de Cuatro Caminos hasta Plaza de Castilla y, por tanto, el nivel de contaminación”.

Las obras se han cobrado además la vida de un operario de 25 años que realizaba prospecciones en la glorieta de la parada de Metro de Bilbao. El hombre murió el pasado jueves al caerle sobre la cabeza la varilla de una máquina perforadora. El operario efectuaba estudios geotécnicos del suelo para la instalación de un ascensor en esta estación de Metro. 

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