MADRID.- Envuelto por centenares de cifras macroeconómicas y los más dispares porcentajes el ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha sido fiel a la fama que le precede a la hora de lanzar todo tipo de parabienes sobre el contenido del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 que en pleno mes de agosto ha tenido el arrojo de presentar en sede parlamentaria.

“Hasta ahora hemos hecho lo que teníamos que sacar a España de la recesión; ahora hay que afianzar el crecimiento y consolidar la creación de empleo preservando el Estado de bienestar”, ha dicho Montoro. Ha sido una de tantas frases grandilocuentes, pronunciadas por quien se sabe respaldado por una mayoría parlamentaria que hará de la tramitación de los PGE un verdadero paseo militar.

Con esa seguridad, que siempre aparenta arrogancia, que le caracteriza, el titular del departamento de Hacienda ha anunciado que el proyecto de PGE “es necesario para dar estabilidad a la economía española” y, asentado en esta creencia, se ha permitido uno de sus anuncios llamativos que suena como un brindis al sol: “Habrá una bajada del IRPF el año próximo”, siempre que se cumplan las previsiones presupuestarias y el PP gana las elecciones con Rajoy al frente del Gobierno, ha apostillado a continuación.

Ha sido la quinta vez en la que Montoro ha cumplido este ritual. Nunca en una legislatura se habían elaborado tantos proyectos de PGE este ministro,genio y figura, lo ha conseguido gracias a la aquiescencia del presidente Mariano Rajoy. En realidad, el titular de Hacienda acumula con la de hoy nueve presentaciones de proyectos de PGE, todo un récord que le hará pasar a la historia de las cuentas públicas españolas.

Según la tesis expuesta por Montoro, la recuperación de la economía española “ha seguido la misma política que aplicamos entre los años 1996 y 2004”. Claro que en esa etapa de los dos Gobiernos de Aznar el propio Montoro fue, primero, secretario de Estado de Hacienda y, en la segunda parte, titular del mismo departamento que ostenta actualmente. Es decir, ha hecho una reivindicación de sí mismo sin el menor rubor.

En esa línea ha sacado pecho. “Gracias a la política de austeridad hemos podido salir de la recesión, superar la crisis y entrar en la senda de creación de empleo. Estamos creciendo el doble de lo que crecen los países de la UE”, ha explicado. “Lo que nos está sacando de la crisis es la austeridad, el no aumento del gasto frente a otros que no tienen remedio con lo que están haciendo y que les lleva al corralito”, ha añadido en referencia a Grecia.

Toda su intervención ha estado adornada de frases similares, mucho más enfáticas que técnicas. “En el año próximo, si se cumplen las previsiones presupuestarias, se volverán a crear 600.000 puestos de trabajo”, ha referido en otro momento de su parlamento. En una de sus respuestas durante la habitual larga rueda de prensa el ministro ha utilizado el concepto “círculo virtuoso” que ya utilizó el presidente del Gobierno el pasado viernes en su comparecencia ante los medios de comunicación.

De una forma implícita se ha referido en varias ocasiones a la necesidad de que el PP vuelva a ganar las próximas elecciones generales para que se mantenga la senda del crecimiento económico. “Si otros llegan y quieren cambiarlo tendrán que explicar por qué lo hacen, pero, vamos, lo que hay que hacer es seguir por el camino iniciado porque nos lleva al crecimiento”, ha reiterado. En otro momento ha destacado lo que a su juicio es “un hecho
insólito: todo el crecimiento económico se está trasladando a la creación de empleo”, una situación, ha reiterado, que “nunca antes había ocurrido”.

En conjunto, según sus explicaciones, el proyecto de PGE para 2016, que se presentan en este momento “para ayudar a la estabilidad de la economía española”, contribuirá “definitivamente” al crecimiento de la economía española” que, entre otras cosas, “sacará a España de la parte correctiva del procedimiento de déficit excesivo al bajar ya al 2,2%. Eso es muy importante porque la economía española es muy dependiente de los mercados internacionales”.

Las cifras macroeconómicas señalan que habrá una bajada sustancial en el coste de la deuda, una reducción en los pagos por desempleo y un aumento de los ingresos que permitirá un aumento del gasto social en un 3,8%. Las aportaciones a las comunidades autónomas serán de 7.463 millones. Sin embargo, la inversión pública real se limitará a un 1% con respecto al actual presupuesto.

Las comunidades que recibirán una mayor aportación financiera respecto al actual ejercicio serán Catalunya, Andalucía y Comunitat Valenciana, por este orden. En conjunto, el aumento a la financiación autonómica será del 8,74% según el proyecto de PGE. El presupuesto de la Casa Real aumenta un 1%, igual que subirán los salarios de los funcionarios y empleados
públicos, hasta los 7,89 millones de euros.

Los ministerios que aumentan sus partidas presupuestarias son Asuntos Exteriores y Justicia, con más de un 10%, Economía, que crece un 9,1% y Hacienda y Administraciones Públicas, con un 7,8%. Los que ven reducido su presupuesto con mayor intensidad son los departamentos de Industria, que se mantiene igual, Interior, que cree un 1%, y el de Agricultura, con otro 1,5%.