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Una universidad libre en una residencia de lujo

 

 

JORDI SUBIRANA

Un enorme cartel colgado en un edificio de pisos de lujo de Barcelona llama la atención a todo aquel que pasea por la céntrica ronda Sant Pau, a la altura de la calle de Les Flors. La pancarta reza 'Aprender haciendo, hacer pensando' y anuncia que el edificio acoge la universidad libre La Rimaia, un centro popular y gratuito impulsado por el colectivo okupa que se puso en marcha en marzo de 2009, contra la implantación del Plan Bolonia, tras el enfrentamiento entre estudiantes y Mossos d' Esquadra.

La Rimaia ha tenido un par de sedes y desde hace cinco meses se encuentra en la ronda de Sant Pau, en una finca de obra nueva que fue construida hace 19 años y en la que no ha vivido nunca nadie. En el barrio, los vecinos lo conocen como el edificio fantasma. Según la propiedad, la inmobiliaria Camat, los pisos no se vendieron porque eran caros para la zona, aunque el ayuntamiento no concedió la licencia de primera ocupación hasta el 2001 por no respetar una parte de una muralla antigua.

El bloque tiene cinco pisos, de 200 metros cuadrados cada uno. A pie de calle, el que tenía que ser un establecimiento comercial con grandes cristaleras se ha amueblado con sofás y mesas, y funciona como recepción, sala de conciertos y bar de La Rimaia. La parte abierta al público también ocupa las dos primeras plantas, con unos 600 metros cuadrados para actividades. El centro ofrece una alternativa educativa, con clases prácticas, que suelen dar estudiantes universitarios y vecinos. 'No son lecciones magistrales; es una enseñanza más horizontal en la que todos aportan cosas', aclara una de las residentes.

Aunque al edificio todavía le quedan pequeñas reformas por concluir, cada piso tiene elegantes acabados, tres baños, una cocina con todas las comodidades y varias habitaciones, algunas decoradas con pinturas hechas por los activistas, que se utilizan para impartir clases de idiomas (catalán, español, euskera, alemán, francés), electricidad y obras menores, talleres de guitarra, pintura o teatro, y sesiones de meditación y yoga, entre otras disciplinas. El proyecto incluye una cocina en régimen de cooperativa y una biblioteca con decenas de libros donados con derecho a préstamo. También dispone de un aula informática, el llamado Hackerspace, donde se enseña software libre.

La finca ya fue ocupada y desalojada con anterioridad. Si se produce un desalojo, el proyecto buscará otro inmueble donde seguir creciendo. La propiedad baraja reconvertir los pisos de lujo en pequeños apartamentos y venderlos. Algo similar ya decía el año pasado.

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