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Comienza la campaña en el batzoki… de Benidorm

Considerada la “cuarta provincia vasca”, la localidad turística vive intensamente cada cita electoral. Unos ocho mil vascos, en su mayoría jubilados, pasan allí buena parte del año.

Itxaso Atutxa en Benidorm

DANILO ALBIN

@danialri

Si estos días se encuentra disfrutando del sol en Benidorm y, de repente, se cruza con ikurriñas y carteles con el verde, blanco y rojo del PNV, no es que se haya equivocado de destino turístico: está usted frente al batzoki de esta localidad alicantina. Si da un par de pasos más, verá una barra repleta de pintxos, unos cuantos vasos de “txikitos”, alguna que otra txapela... Y sobres para votar por correo en las elecciones del próximo 24 de mayo.

Si aún no ha salido de su asombro, debería tener en cuenta que Benidorm, además de ser uno de los lugares más reclamados por las excursiones de la tercera edad, tiene el título no oficial de “cuarta provincia vasca”. No en vano, aquí viven -o al menos pasan unas largas temporadas- cerca de ocho mil vascos. O lo que es lo mismo, ocho mil voluntades a conquistar para la próxima cita electoral.

“Todos los votos cuentan, porque da igual que estemos en Benidorm o en Euskadi”

“Le voy a poner mi ejemplo: yo soy de Bermeo, pero vivo aquí la mitad del año”, explica Xabier Iriarte. A sus 79 años, este veterano militante nacionalista compagina el descanso con sus responsabilidades en el PNV local. “En época de elecciones, abrimos también una oficina para tramitar votos por correo, mientras que el batzoki está abierto todo el año. Tenemos especialidades vascas: bacalao, txipirones, rabas…”, explica un entusiasmado Iriarte.

La sede social del PNV en esta villa turística abrió sus puertas en abril de 2003, convirtiéndose en la primera instalación de este tipo fuera de Euskadi. Desde entonces, este local de la calle Russafa tiene un espacio reservado en la agenda electoral de los nacionalistas. La última visita tuvo lugar el pasado lunes: Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar (dirección del partido en Bizkaia), fue la encargada de animar a la colonia nacionalista para que participe –aunque sea a la distancia- en las elecciones de mayo. “Todos los votos cuentan, porque da igual que estemos en Benidorm o en Euskadi”, subrayó. Además, remarcó que para “hacer frente a los últimos coletazos de la crisis da igual si somos vizcaínos, alaveses, guipuzcoanos o navarros, porque somos vascos y vascas, y queremos lo mejor para nuestro país”.

Tras esta inyección de nacionalismo, los militantes peneuvistas de Benidorm ya tienen todo preparado para su modesta campaña electoral. ¿El método? Iriarte lo tiene claro: “aquí lo que más funciona es la propaganda boca a boca”. “Como llevo viniendo más de 30 años, ya conozco a mucha gente, así que cada vez que hay elecciones, les aviso”, explica. Sus paisanos son, por amplia mayoría, matrimonios de jubilados que han cambiado el sirimiri vasco por las tardes en la playa.

Esta realidad tampoco pasa desapercibida en las filas del Partido Socialista de Euskadi (PSE) y del PP vasco. De hecho, ambas formaciones ya realizaron actos en Benidorm en anteriores elecciones, tratando de disputar la habitual hegemonía de los nacionalistas. En las autonómicas de 2012, tanto el PSE como el PP vasco abrieron sedes electorales en esta ciudad, destinadas exclusivamente a tramitar los votos por correo. Sin embargo, en estas elecciones municipales ambos partidos se limitarán a convencer a sus votantes de Benidorm a través de los medios de comunicación.

Mientras tanto, en la sede del PNV trabajan a pleno motor para tratar de conseguir los votos de la tercera edad. “A los jóvenes no sé qué les pasa. Están cada vez más alejados de los partidos”, reconoce Iriarte. Aún así, no oculta su satisfacción por estar rodeado de miles de vascos a 800 kilómetros de Euskadi. “Aquí me siento como en mi pueblo”, confiesa este bermeano. Pintxos no le faltan. Batzoki donde comerlos, tampoco.

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