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Toda la verdad sobre el comisario que acabó con Ignacio González

Investigado por Asuntos Internos y con un procedimiento abierto contra el presidente madrileño, Villarejo ha colado como acusación en el caso Nicolás a la asociación Transparencia y Justicia. También asegura que el director de la Policía y el ministro del Interior ordenaron trabajos para el PP.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. / PÚBLICO

MADRID.- La guerra de comisarios abierta entre José Manuel Villarejo, creador de la Unidad de Inteligencia de la Policía, y Marcelino Martín Blas, cabeza visible de la Unidad de Asuntos Internos, se está acrecentando por el caso más nimio que en apariencia ambos han tenido en sus manos: el del pequeño Nicolás.

Villarejo está sumergido en todos los procedimientos judiciales de actualidad (Pujol, Campeón y López Madrid) y también en los que han creado polémicas históricas, como el informe Véritas contra el exjuez Garzón y su declaración a favor del traficante de armas Al Kassar.

El comisario Marcelino está denunciado por su compañero por involucrarle en la investigación de pequeño Nicolás confundiéndole en un informe y también de hacer trabajos para el PP. A Villarejo le protege, según fuentes sindicales de la policía, el director adjunto operativo (DAO), Enrique Pino. A Marcelino, según estas mismas fuentes, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. A ambos les queda muy poco para jubilarse, aunque están dando la batalla. Al comisario Martín Blas le cesan todos los meses de su cargo en Asuntos Internos medios de comunicación afines a Villarejo. Sin embargo, sigue en su puesto.

Entretanto, el ministro del Interior no se pronuncia sobre la guerra ya no tan interna y que se desarrolla por vía judicial, y que tiene molestos y divididos al resto de mandos policiales.

La agenda roja

Una anotación en la agenda roja de la CNMV que fue incautada en la casa de la abuela del presunto estafador Francisco Nicolás Gómez Iglesias y la aparición de su nombre en la declaración tras su arresto en octubre fueron el detonante del cruce de acusaciones y deseos de ceses que ahora mismo se vive en la Policía. Nicolás escribe en sus notas el nombre del comisario José Manuel Villarejo y también el del abogado y presunto testaferro Rafael Redondo. Debajo de ellos, las empresas Stuart & Mckenzie y Cenyt. Al lado “Alicia Sánchez Camacho. Informe UDEF Pujol”.

No es la única anotación pero sí la más relevante, debido a que fue el comisario Villarejo quien medió con Victoria Álvarez, la novia de Jordi Pujol Ferrusola, para que esta declarara en la UDEF la información que tenía sobre la evasión de capitales de la familia del expresident de la Generalitat. Y también fue obra suya el supuesto falso informe de la UDEF sobre los Pujol, que finalmente fue ratificado y empleado por la organización ultra Manos Limpias para personarse en la causa.

En ese procedimiento abierto contra los Pujol, y del que formó parte activa Villarejo en la investigación, también está personada la asociación Transparencia y Justicia, cuyo secretario de la junta directiva y otorgador de poderes para la personación en diferentes causas es Rafael Redondo, el abogado de José Villarejo y la persona que aparece en decenas de empresas junto a la segunda mujer del comisario, Gema Alcalá.

Administradores y apoderados

Gema Alcalá y Rafael Redondo son administrador y apoderado, respectivamente, de la empresa Stuart & Mckenzie, sobre la que escribe Nicolás en su libreta. Rafael Redondo también participa en el consejo de administración de Cenyt Consultoría Organizacional S.L., anteriormente llamada Grupo Inmobiliario Cenyt, y de Cenyt & Argo junto con otros dos consejeros. Público ha preguntado a Rafael Redondo sobre estas anotaciones, pero ha manifestado su deseo de no hacer declaraciones. Los nombres de Gema Alcalá, de Rafael Redondo y de uno de sus hijos aparecen también en varias decenas de empresas vinculadas a la investigación, la consultoría, los servicios inmobiliarios…

Que Nicolás mencionara al comisario Villarejo en su declaración, vinculado con 200.000 euros que debía pagarle el CNI, según una conversación grabada por el veinteañero con el financiero Javier de la Rosa, sorprendió a los investigadores. Y mientras estos le tomaban declaración el pasado 15 de octubre, Información Sensible, el medio de comunicación del que son propietarios el abogado y la mujer del comisario, dieron la exclusiva de la detención del pequeño Nicolás.

¿Cómo lo supieron si no tienen relación ni con Nicolás ni con su entorno? Es lo que intenta en estos momentos resolver la investigación. Y nuevamente han vuelto a encontrarse con el comisario Villarejo en el camino. La asociación Transparencia y Justicia, de la que Rafael Redondo es el secretario de la junta directiva, se personó en el caso Nicolás el 7 de noviembre pasado, antes de que los investigadores de Asuntos Internos le confundieran en un informe en el que intentaban identificar a las personas que se reunieron con Nicolás en el parque madrileño de Isabel II.

Esa asociación está personada en causas como el caso Campeón, contra el exdirigente socialista Pepe Blanco; en el caso Pujol y en el incidente con la policía municipal de Madrid que tuvo Esperanza Aguirre. Es cuanto menos peculiar que las personas vinculadas al comisario que se encarga de proporcionar información a la UDEF para los casos de corrupción se personen también en los procedimientos judiciales como acusación y den noticia de ellos.

García Castaño, compañero de viaje

En el caso Nicolás comienza a unirse, como en el del ático de Ignacio González, otro viejo mando policía, Enrique García Castaño, tan polémico como Villarejo. Ambos entraron en la policía del franquismo y fueron destinados directamente a laBrigada de Información. Los dos recaban información durante sus primeros años en dos organizaciones bien distintas: Villarejo en el Partido Comunista y Enrique García Castaño en Fuerza Nueva, donde le llamaban Blasito.

El comisario Villarejo, a pesar de que los lugares donde ha estado destinado son bastante comprometidos, fue impulsor y vicepresidente del primer sindicato policial. El Sindicato Profesional de Policía (SPP), que nació cuando la policía aún no estaba unificada, por la que sus relaciones con las diferentes organizaciones sindicales, incluidas las de otros cuerpos, son estrechas.

Enrique García Castaño, quien acudió junto con Villarejo a hablar con el presidente de la Comunidad de Madrid sobre su ático en la cafetería Mallorquina, es comisario de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), que significa el jefe de los pinchazos y servicios de escucha de las investigaciones, entre otras funciones.

Como ya explicó Público, el líder del sindicato ultra Manos Limpias, Miguel Bernard, reconoce que le une una gran amistad con el comisario García Castaño desde la época de Blas Piñar. Según el asesor de la CNMV Juan Munguira, a las reuniones para “salvar España” acudían Bernard, Juan Untoria (abogado de la supuesta víctima de Nicolás), el economista y empresario José Luis Balbás y, entre otros, un funcionario de un cuerpo de seguridad, que según varias fuentes consultadas sería Enrique García Castaño.

Esto podría explicar, según algunas fuentes, que Nicolás acudiera a las reuniones con Oriol Pujol y que le proporcionase información que no aparecía en el sumario pero que, según ha declarado el hijo del expresident, formaba parte de sus conversaciones telefónicas. “Enrique García Castaño es quien tiene acceso a esa información”, aseguran a Público.

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