Este artículo se publicó hace 14 años.
Los "100 economistas" piden que cuente toda la vida laboral para la pensión
El conocido como "grupo de los 100" economistas considera "insuficiente" e "injusta" la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno y plantea que se utilice toda la vida laboral para calcular las prestaciones, cotizar 40 años para tener una pensión máxima y jubilarse a los 67 años.
En el último informe de estos expertos sobre pensiones, promovido por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), se rechaza que la reforma propuesta por el Gobierno se reduzca solamente a elevar la edad de jubilación de los 65 actuales a 67.
Al respecto, Javier Díaz-Jiménez (del IESE) considera que lo que quiere hacer el Ejecutivo sólo mejora la sostenibilidad a medio plazo del sistema, porque retrasa la aparición del primer déficit a 2020, pero no permite resolver las pensiones "definitivamente".
En su opinión, con el actual método los jóvenes no saben si van a percibir una prestación en el futuro, por lo que es necesario una reforma "más ambiciosa".
Para los economistas que suscriben el informe, que son más de cien al elevarse ya a 130 debido a que es abierto el grupo, la reforma debe ir encaminada a implantar, de forma gradual, el modelo de pensiones sueco para los jóvenes.
Así, deberían elevarse paulatinamente los quince últimos años que se utilizan para el cómputo de la pensión a toda la vida laboral, aumentarse de los 35 actuales a 40 los que se necesitan cotizar para obtener la pensión máxima y subir a 67 la edad legal de jubilación.
En materia de jubilación, consideran que el primer paso sería que la edad mínima pase de los 61 a los 63 años.
En el caso de los años necesarios para obtener el 100% de la prestación, lo que defienden es que se siga un "esquema lineal a razón de 2,5 puntos por año cotizado".
En cuanto al actual sistema, Pablo Vázquez, de Fedea, explicó que se demuestra que es "injusto" con el siguiente ejemplo: una mujer que a los 16 años entra en una multinacional y a los 50 es prejubilada va a recibir a los 65 una pensión de unos 635 euros, mientras que un emprendedor que comienza a los 30 y empieza a cotizar por la base máxima a los 50 años recibirá más de 2.400 euros.
Aunque el autónomo ha entrado más tarde al mundo del trabajo recibirá una pensión más alta porque tiene la posibilidad de modificar su base de cotización 15 años antes de jubilarse.
Sin embargo, indicó, si se utilizan los 30 últimos años de vida laboral en vez de los quince actuales, él cobraría algo más de 1.900 euros y ella más de 2.000 euros.
Por ello, para Vázquez la reforma es "urgente" para que pueda ser gradual y no afecte a los actuales jubilados ni a los que están próximos a ella.
Preguntados por cuál es la contrapartida de implantar el modelo sueco, Ángel de la Fuente, del CSIC, dijo que es no saber lo que vamos a cobrar, aunque a cambio se sabe que la pensión y el sistema están garantizados.
Respecto al ahorro que supondría para las arcas su reforma, de la Fuente reconoció que no hay un cálculo exacto, pero precisó que en una aproximación de aquí al año 2050 sería de entre "4 ó 5 puntos del PIB".
Para Sergi Jiménez, de la Universidad Pompeu Fabra, no hay alternativa a la reforma, ya que no valen ni la subida de las cotizaciones ni de los impuestos.
Los expertos avisan de que la previsión es que, de aquí al año 2050, la tasa de dependencia se duplique de forma que cada trabajador activo tendrá que pagar la pensión de un jubilado, mientras que ahora lo hacen cuatro asalariados.
Si no se hacen cambios, el gasto de pensiones se duplicará en las próximas décadas y pasará del 8,3% actual al 15,1%.
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