Este artículo se publicó hace 12 años.
120.000 hectáreas de superficie forestal arden cada año en España, según WWF
Cada año arden unas 120.000 hectáreas de superficie forestal en España, lo que supone una emisión de CO2 a la atmósfera comparable al que emite una ciudad de un millón de habitantes, apunta un informe WWF con motivo de la celebración del Día Mundial del Árbol.
En esta línea, y de mantenerse la tendencia actual de emisiones, la temperatura media en el Mediterráneo en 2050 habrá aumentado 2ºC, apunta la organización ecologista en su informe "Los bosques que nos quedan", que habla de la situación forestal actual al hilo de la celebración del Día Mundial del Árbol.
Esta jornada se instauró en el Congreso Forestal Mundial de Roma en 1969, lo aceptó la FAO en 1971 y desde entonces se conmemora para concienciar a la gente sobre la importancia de proteger las superficies arboladas, mediante la realización de diversas actividades como plantar árboles.
Los bosques arbolados ocupan en España una superficie de unos 13,1 millones de hectáreas, algo menos del 26% del territorio nacional y apenas el 29% de la superficie potencial que podrían ocupar.
Aproximadamente, la mitad de la superficie forestal española (26 millones de hectáreas) está desarbolada y, de esta superficie, un 60% (más de 7 millones de hectáreas) sufre procesos de erosión hídrica grave.
Junto a los incendios, el cambio climático es otra amenaza "grave" para las especies arbóreas, porque muchas van a tener "problemas para sobrevivir" en sus áreas de expansión, según el director técnico del Colegio de Ingenieros de Montes, Jesús González.
Los árboles, ha apuntado González en declaraciones a Efeverde, son también fuente de energía y de generación de empleo por todo lo relacionado con la producción de biomasa forestal con fines energéticos o térmicos y puede generar, según se estima desde el Colegio de Ingenieros de Montes, 50.000 empleos en España.
En España hay una gran variedad de especies autóctonas de árboles por la gran diversidad de ecosistemas, diferentes climas, relieves, latitudes e incluso los tipos de suelos que se dan.
Los pinares son los bosques que presentan porcentajes mayores de presencia, ocupando entre el 60 y el 70 % del territorio forestal.
En la región mediterránea predominan las encinas y los alcornoques, sin embargo, la desmesurada expansión urbanística del litoral mediterráneo hace que hoy en día sólo persista un 7 % de los bosques originales, según el informe de WWF.
El norte de España, está repleto de bosques autóctonos de roble carvallo y de haya, aunque están perdiendo terreno frente a los árboles de repoblación, como el castaño, el pino y el eucalipto.
Las coníferas, como el abeto y el pino negro, son especies que habitan en la región boreoalpina, que es la que está en las altas montañas.
En las Islas Canarias viven especies autóctonas endémicas como el el drago o árbol dragón, aunque también hay sabinares, olivos silvestres y según la isla que sea, el aguacate y el árbol de la canela, siendo el más abundante el pino canario.
Los árboles absorben parte de la lluvia, frenan la erosión, filtran el aire y además, contribuyen a combatir el efecto invernadero al actuar como pantalla frente al sol y generar áreas de sombra, con una consiguiente moderación de las temperaturas.
La generación de biomasa ocurre a partir de la caída de ramas y hojas, lo que contribuye a preparar el terreno para que el bosque siempre se renueve.
La organización ecologista WWF propone alcanzar el 30 % de la superficie ocupada por bosques, de aquí a 2030.
Alba García/Miguel Ángel Ossorio
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