La Policía Nacional ha detenido en Madrid en los últimos días a 17 presuntos traficantes y se ha incautado de más de 15 kilogramos de sustancias estupefacientes, lo que supuesto un duro golpe al menudeo en la capital, según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía.

La Jefatura ha detallado que la Policía Nacional de Madrid ha desarticulado, junto agentes de la INTERPOL de Venezuela y Argentina, un grupo integrado por ciudadanos nigerianos que se dedicaba a introducir cocaína en España mediante envíos postales y de paquetería.

En esta operación han sido detenidos siete traficantes a los que se han intervenido 3.377 gramos de cocaína y 442 gramos de sustancia de corte, entre otros efectos.

En otra operación, la Policía Nacional ha detenido a dos ciudadanos de nacionalidad colombiana que se dedicaban presuntamente la venta de droga, gracias a la llamada de una mujer que alertaba de que en una vivienda vecina se oía llorar a un bebé.

Al llegar al lugar, los agentes vieron que la madre del bebé presentaba signos de sobredosis y tenía una bolsa con más de 60 gramos de cocaína, por lo que investigaron la identidad del traficante que le había suministrado la droga, que fue finalmente arrestado.

La Policía le intervino 31.855 euros y comprobó que en su vehículo había otros 30.900, así como que el airbag del copiloto estaba manipulado y en el mismo había oculto un "fardo" de cocaína de 1.150 gramos.

En otra operación, la Policía detuvo en Torrejón de Ardoz y en Pinto a cuatro traficantes a los que intervino un kilo de hachís.

En el barrio de Tetuán de Madrid los agentes detuvieron en un piso a tres personas, dos de las cuales acababan de vender droga a la tercera, un joven que abandonaba la vivienda con 1.955 gramos de hachís y 3.600 euros.

A los dos "vendedores" se les incautaron 1.130 gramos de hachís, 9.490 euros, diversos precursores para manipular la droga, varias armas blancas e, incluso, un revolver de perdigones con munición.

Finalmente, los agentes del Grupo de Estupefacientes del aeropuerto de Barajas detuvieron a un pasajero de un vuelo procedente de Bolivia que pretendía introducir en España 5.250 gramos de cocaína, distribuidos en 48 paquetes sujetos a su cuerpo por una malla elástica y unos pantys.