El Reale Ademar inició su camino europeo en la máxima competición continental con una victoria, menos cómoda en el marcador final, en un partido donde la diferencia de acierto en portería y la solidez defensiva leonesa permitieron a los locales obtener una máxima renta de siete goles (24-17) en el minuto 55.

Los leoneses, que continúan invictos en la actual temporada -tan sólo han cedido un empate en León ante el Portland San Antonio-, encarrilan sus opciones europeas, que pasan por luchar por la primera plaza del grupo, previsiblemente con el Montpellier, cuando además contarán los puntos de los clasificados para la siguiente fase.

El técnico del equipo leonés, Jordi Ribera, tenía claro que el encuentro ante el principal rival dentro del grupo quedaría marcado desde la defensa y por ello insistió en blindar su portería, algo a lo que también contribuyó la inspiración del guardameta croata Mirko Alilovic, que parece haber adquirido la regularidad necesaria.

Salvo el 1-2 de los primeros instantes del choque, el Reale Ademar marcó el ritmo que más le convenía, a pesar de no encontrar una de sus principales armas, el contragolpe, que pudo sacar con cuentagotas, pero aún así domninó a su antojo al Montpellier.

De inmediato volteó el marcador en contra con un parcial de 4-0, ya en plena fase de máxima intensidad defensiva, a lo que Alilovic sumó la detención de dos penas máximas y, aunque en el terreno ofensivo no se encontraba la suficiente fluidez en el ataque posicional, la fortaleza defensiva permitía no pasar apuros para seguir mandando.

Con un rival ahogado, con lanzamientos precipitados al borde de la pasividad y con su estrella, el gigante tunecino Hmam, demasiado individualista y errático, al Ademar no le resultó complicado seguir ampliando su ventaja, hasta la máxima lograda antes del descanso, (14-8).

Poco cambió el panorama en la reanudación, eso sí, con un Damir Bicanic excelso en los lanzamientos y que rivalizaba con el extremo internacional francés Guigou, encargado por su técnico de llevar el mando del juego, ante la inoperancia de sus habituales estrellas, Burdet, Hmam o Bojinovic, a los que castigó con muchos minutos de banquillo, sobre todo en ataque.

Las diferencias nunca disminuyeron más allá de los cuatro goles, (16-12 ó 21-17), pero ni con las continuas exclusiones sufridas por los ademaristas, éstos pasaron apuros para mantener, e incluso estirar la ventaja, hasta una máxima de 24-17 a cinco minutos para la conclusión.

Tras un tiempo muerto francés, el Montpellier intentó reducir al máximo la desventaja y sacó provecho de la doble exclusión en los locales que, se dejaron ir un tanto, y permitieron un parcial final en contra de 0-3 que maquilló el resultado.

- Ficha técnica:

25 - Reale Ademar (14+11): Alilovic (Álamo, ps), Stranovsky (4, 2p), Aguirrezabalaga (2), Sarmiento (3), Aguinagalde (2), Buntic (3), Krivoschlykov (2), Carou (-), Bicanic (6), Castresana (2), Chernov (-), Costa (1) y García Vega (-).

21- Montpellier HM (8+13): Karaboue (Stojinovic, ps), Sobol (2), Burdet (2), Accambray (-), Tej (-), Juricek (5), Honrubia (-), Bojinovic (2), Hmam (1), Guigou (8,6 p), Abati (1) y M'Gannem (-).

Arbitros: Vakula y Liudovyk (Ucrania). Excluyeron dos minutos a Carou, Aguinagalde (2), Chernov, Bicanic, Castresana, Krivoschlykov y Costa, por parte del Ademar y a Burdet, Hmam, Sobol y Tej, éste en tres ocasiones, siendo expulsado en el minuto 53, por parte del Montpellier.

Marcador cada cinco minutos: 2-2, 5-3, 6-3, 8-4, 11-6, 14-8 (descanso); 16-11, 17-13, 20-15, 21-16, 24-17, 25-21 (final).