Este artículo se publicó hace 15 años.
Los 27 limitan los avances en supervisión financiera para contentar al Reino Unido
La Unión Europea reformará el sistema comunitario de supervisión financiera para adaptarlo a la situación actual del sector, según el acuerdo alcanzado por los líderes de los Veintisiete, que han aceptado limitar los avances en respuesta a las demandas del Reino Unido.
"La crisis financiera ha demostrado la necesidad de mejorar la regulación y supervisión de las entidades financieras, tanto a nivel global como europeo", consideran los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que recalcan también que resolver los fallos detectados en la crisis actual contribuirá a evitar situaciones similares en el futuro.
Los Veintisiete confían, asimismo, en que la revisión del modelo de supervisión ayude a restaurar la confianza en el sector financiero y facilite, por tanto, la recuperación económica.
En el Consejo Europeo que hoy concluye en Bruselas, los líderes de la UE han respaldado las propuestas de la Comisión Europea para poner en marcha un nuevo Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos, encargado de preservar la estabilidad del sistema financiero en su conjunto, y de emitir alertas y recomendaciones -no vinculantes- en caso de detectar amenazas.
También están de acuerdo con el establecimiento de tres nuevas autoridades europeas de supervisión -para los sectores de banca, bolsa y seguros-, que deberán fijar estándares comunes para los Veintisiete y reforzar la cooperación entre los supervisores nacionales, además de supervisar a las agencias de calificación de riesgos.
Los organismos nacionales seguirán encargados de la vigilancia diaria del grueso de las entidades financieras y se crearán equipos de supervisores para la supervisión de las entidades trasnacionales.
Las tres nuevas autoridades -en las que estarán representados los Veintisiete- mediarán en caso de desacuerdo entre los supervisores de los Estados miembros y, aunque sus decisiones en este ámbito serán vinculantes, los líderes dejan claro que en ningún caso de esas decisiones podrán derivarse consecuencias presupuestarias para los países.
"El Consejo Europeo subraya que las decisiones de las autoridades europeas de supervisión no vulnerarán de ninguna manera las responsabilidades fiscales de los Estados miembros", señala el borrador de conclusiones del Consejo Europeo.
Esta precisión ha sido incluida para contentar a la delegación británica, temerosa de dar a una autoridad supranacional la última palabra ante, por ejemplo, potenciales intervenciones públicas en entidades bancarias.
El primer ministro británico, Gordon Brown, ya dejó claro ayer a sus colegas que no aceptaría que se excluya a las autoridades nacionales de decisiones que afectan de manera directa al dinero de sus contribuyentes.
También para despejar las dudas del Reino Unido, y de otros países que no forman parte del euro, los Veintisiete han acordado que el presidente del nuevo Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos será elegido por el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (formado por los gobernadores de todos los Estados miembros).
En su propuesta original, la Comisión Europea planteaba que ese cargo lo ocupe el presidente del BCE.
Los Veintisiete están decididos, por último, a adoptar con rapidez los cambios legislativos necesarios para poner en marcha el nuevo sistema ya en 2010.
Para lograrlo, el ejecutivo de la UE debe presentar las propuestas legislativas detalladas a principios del otoño; los líderes volverán sobre el asunto en el próximo Consejo Europeo, que los reunirá en Bruselas en octubre.
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