Un juez de Kosovo ha ampliado a 30 días la orden de prisión preventiva para los tres alemanes supuestamente vinculados con el servicio secreto de su país, sospechosos de haber lanzado una bomba el pasado día 14 contra dependencias de la UE en Pristina, que no causó víctimas.

Según informaron hoy los medios locales, la orden fue dictada por un juez de la Audiencia de Pristina poco antes de la medianoche del sábado, después de que los tres sospechosos hayan pasado ya 72 horas en detención preventiva.

La Fiscalía ordenó una investigación contra los tres ciudadanos alemanes bajo la sospecha de estar implicados en "actos terroristas".

Así, a los tres detenidos, Robert Zoller, Andreas Drunken y Andreas Janken, se les considera sospechosos de cometer "hechos penales por comisión de peligro público, puesta en riesgo de la seguridad de personal internacional y de suministro ilegal de armas".

De formularse formalmente la acusación, el delito de terrorismo está penado con una sentencia máxima de 20 años.

De momento, el Gobierno de Berlín ha confirmado la detención de sus nacionales pero sin comentar su pertenencia o no a los servicios secretos alemanes (BND).

Sin embargo, la prensa en Kosovo y Alemania ha insistido en la afiliación de los tres arrestados al BND.

La defensa ha anunciado que recurrirá la orden de prisión preventiva para sus clientes.

Aunque la explosión no causó víctimas, el atentado despertó consternación, especialmente porque fue perpetrado en la misma semana en que la cúpula estatal de Kosovo rechazó un eventual acuerdo del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, con Serbia, y que prevé una Policía, Justicia y aduana separadas las zonas de mayoría albano-kosovar y serbo-kosovar.

Los líderes kosovares se oponen a ese acuerdo porque temen que afecte negativamente su soberanía, viole su Constitución y establezca las bases para una división de la ex provincia serbia, que declaró unilateralmente su independencia el pasado febrero.