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Las 76 fotos que Colom hizo del Barrio Chino barcelonés, en una exposición

EFE

Las 76 fotografías del Barrio Chino barcelonés que Joan Colom (Barcelona, 1921) reunió en un álbum, en parte inédito, que compuso para donar a su amigo y galerista Josep Maria Casademont, se muestran a partir de hoy en una exposición en Barcelona.

Colom es "uno de los grandes fotógrafos de los años 50 y 60 y uno de los pocos conocidos a nivel internacional gracias a sus instantáneas del antiguo Barrio Chino barcelonés", ha dicho Pepe Font de Mora, director de la Fundación Foto Colectania, cuya sede acoge la muestra.

"No sabía que hacía fotografía social, buscaba imágenes que me emocionasen", ha reconocido hoy el propio Colom (Barcelona, 1921), presente en la presentación de las obras.

Las fotografías fueron positivadas en su época por el propio Colom, que las donó a Casademont en 1973, y fueron conservadas en perfecto estado por su amigo y, tras su muerte, por la viuda de este, Pilar Galindo, a quien Foto Colectania adquirió el fondo.

La exposición, que estará abierta al público hasta el próximo 29 de octubre, según Font de Mora, pretende ser "un homenaje a Colom en el 50 aniversario del primer hecho clave en su trayectoria fotográfica: la apertura de la galería Casademont, pionera en España del galerismo fotográfico".

El álbum, ha señalado Font de Mora, contiene "las fotografías preferidas del autor", aquellas que de una manera intuitiva y respetuosa captaron el ambiente y los personajes del barrio.

Sus fotografías se convirtieron no solo en la crónica de un barrio y una época concretas, sino en un relato sobre la condición humana y sus manifestaciones.

Al igual que muchas de las prostitutas que retrataba, Colom "hacía la calle", aunque su propósito último era "ser una especie de notario de la época", ha destacado Font de Mora.

Precisamente, para evitar interferir en la realidad, en muchas ocasiones, como ilustran dos fotografía de Ignasi Marroyo, ni siquiera miraba a través del objetivo.

"Tuvo que pasar el oscurantismo para que pudiera hacer fotos", confiesa Colom, quien recuerda que "era toda una experiencia positivar los negativos, pues la figura no siempre quedaba centrada".

Como un racionalista de la Ilustración, Colom ha revelado que se ocupa personalmente de su archivo fotográfico: "En lugar de guardar los negativos en tiras, he preferido cortarlos y conservarlos de manera unitaria y a cada negativo le corresponde un número que lo relaciona con un positivado, en el que figura el nombre, el lugar y la fecha en la que se hizo".

Un trabajo ingente que lleva décadas haciendo para organizar varios miles de negativos, así como las más de 400 fotografías montadas con paspartú de 50 por 60 centímetros.

El propio Colom ha reconocido que "en casa es imposible mantener este material" y que ya tiene pensado qué hacer con sus fondos, si bien no ha querido desvelar quién será el depositario.

"Creo que debe estar -ha dicho- en una institución, en un centro cualificado en el que se conserven y se manipulen las fotografías y los negativos como yo creo que se debe hacer".

La exposición respeta el mismo orden del álbum que el propio autor creó, con paginaciones integradas por dos o tres instantáneas, lo que confiere al conjunto, según Font de Mora, "un ritmo extraordinario y unas sugerentes y expresivas secuencias", hasta el punto de que puede ser considerado como "el gran fotolibro de autor de Colom".

Con motivo de la exposición, la Fundación Foto Colectania ha coeditado junto con la editorial RM un libro que pretende ser una reproducción real del antiguo álbum, aunque a un tamaño menor.

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