El presidente palestino, Mahmud Abás, pidió hoy al primer ministro de Israel, Ehud Olmert, que no lance una ofensiva en Gaza porque ello agravaría la crisis humanitaria en la franja, y trató con él distintas cuestiones relacionadas con las negociaciones de paz.

Así lo aseguraron fuentes palestinas a la edición electrónica del diario israelí Yediot Aharonot, después de la entrevista que ambos mandatarios celebraron hoy en Jerusalén.

La celebración de la entrevista, que tuvo lugar en la residencia oficial de Olmert y duró alrededor de una hora, fue mantenida en secreto hasta último momento, según fuentes oficiales israelíes a "pedido" de la parte palestina.

Consultado por Efe, Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, declinó hacer declaraciones sobre el contenido del encuentro.

El Yediot Aharonot informa que ambos "estudiaron fórmulas que faciliten un acuerdo o, por lo menos, un entendimiento en los asuntos del (futuro) tratado" de paz.

Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se comprometieron en la conferencia de Annapolis de noviembre de 2007 a llegar a un acuerdo hasta finales de año, objetivo que se hace cada vez más empinado debido a la lentitud del proceso.

Otros medios locales informaron de que la entrevista, que fue en privado, tenía el objetivo de aclarar cuestiones relacionadas a las negociaciones de paz antes de que Abás viaje a Washington el próximo día 26.

El mandatario palestino se reunirá en Washington con el presidente norteamericano, George W. Bush, y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, indicó el negociador palestino Saeb Erekat a medios de comunicación locales.

Con esta invitación a la Casa Blanca, Bush busca compensar a los palestinos por su decisión de no desplazarse a Ramala el próximo mayo, cuando visite Israel con motivo del sesenta aniversario de la creación del Estado judío, según fuentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

La reunión de hoy ha sorprendido porque no estaba anunciada y es la segunda en menos de una semana. Generalmente lo hacen de forma quincenal.

En la última, el lunes, Olmert y Abás acordaron continuar con el diálogo pese a las trabas por la violencia y la expansión de asentamientos judíos en Cisjordania.