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Abilio Estévez dice que "el final en Cuba empezó, casi de modo impreciso, inmóvil"

EFE

El escritor cubano Abilio Estévez, que acaba de publicar la novela "El navegante dormido", con la que cierra la trilogía que inició con "Tuyo es el reino", sostiene que en su país "el final empezó, casi de modo impreciso e inmóvil, sabiendo la propia cúpula militar que los cambios son inevitables".

En una entrevista con Efe, el autor de La Habana, residente en Barcelona desde hace años, se muestra optimista, cree que los cambios en este estado caribeño son "inevitables" y agrega que "no se puede detener más tiempo esa maquinaria oxidada".

A su juicio, incluso podría haber personas del régimen que desearan los cambios, "pero romper la inercia es difícil y debe hacerse con toda la cautela posible para que no se venga todo abajo como un castillo de naipes".

Sin embargo, reconoce Estévez que no sabe qué acabará ocurriendo realmente. "Lo único claro y de lo que estamos seguros -agrega- es de que Fidel está enfermo y no va a volver a tener treinta años".

En "El navegante dormido", publicado por Tusquets, este hombre en estado de observación permanente acaba dibujando el friso que inició con "Tuyo es el reino", que transcurría en el año 1959, y "Los Palacios distantes", con una acción situada en el año 2000.

"Ahora -subraya- necesitaba completar todo eso, por lo que los hechos que narro son de los años setenta, en un viejo caserón situado en una apartada playa, con unas cuantas personas viviendo en él, representativas de todas las razas cubanas".

A Abilio Estévez no le importa aseverar que se ha tratado de una "especie de exorcismo" con el que ha podido reflejar el encierro, el miedo que sienten las personas ante determinadas situaciones, o la sensación de catástrofe. "Acabar limpiándome de esa circunstancia histórica de ese país", apostilla.

De hecho, el relato empieza con una fotografía, una casa y un ciclón, y, como si se tratara de un mosaico, el narrador va colocando todas las piezas ante los ojos del lector.

En un viejo bungaló junto a una playa conviven varias generaciones de cubanos, desde la criada Mamina, de más de 90 años y que escapó de la esclavitud, al Coronel Jardinero, patriarca de la familia Godínez, que cuida de los animales domésticos del lugar.

Además, Estévez traza el perfil de varios jóvenes que sueñan con otra "tierra prometida" y que tienen su mirada fijada en el norte.

Para el escritor, la revolución cubana, "creando un enemigo muy enemigo en la figura de los Estados Unidos, lo que hizo fue exacerbar mucho la curiosidad hacia ese país".

Nacido en el año 1954, el novelista, que siente nostalgia por su juventud en La Habana, cree que escribir no tiene un fin utilitario, "es una especie de enfermedad como la perla lo es a la ostra".

Mientras acababa de perfilar "El navegante dormido" surgió una novela corta, que reescribirá en los próximos meses, con tintes autobiográficos, que se desarrollará en la capital catalana.

Premiado en Francia en el año 2000 por "Tuyo es el reino", Abilio Estévez admite que trabaja muy lentamente porque su método consiste en tachar, eliminar y reconstruir oraciones constantemente.

"Para mí, no sólo es importante lo que se dice, sino cómo se dice, en definitiva, la música de la prosa", señala.

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