Este artículo se publicó hace 16 años.
Académicos y políticos defienden al Papa entre las protestas de un grupo de estudiantes
Los académicos y políticos que participaron hoy en la inauguración del año académico de la Universidad de La Sapienza defendieron el derecho del papa Benedicto XVI a hablar en ese foro, mientras un grupo de estudiantes exigió que se respete como un lugar laico.
Benedicto XVI declinó el martes la invitación cursada por la Universidad para participar en la inauguración del año académico después de que un grupo de profesores y alumnos protestara por su visita al considerarle un "oscurantista".
Las intervenciones hoy del ministro de la Universidad, Fabio Mussi, del alcalde de Roma y líder del Partido Demócrata, Walter Veltroni, y del rector de La Sapienza, Renato Guarini, coincidieron en considerar esas protestas como un gesto de intolerancia.
El rector, que garantizó que no habrá represalias contra los 67 profesores que pidieron en una carta la anulación de la visita, afirmó en su discurso que "los vetos ideológicos no son aceptables" en la Universidad y aseguró que "todos tienen que tener espacio y respeto".
Guarini afirmó, además, que espera en un futuro próximo poder invitar de nuevo al Papa a la Universidad.
El alcalde de Roma, a quien Joseph Ratzinger hizo la observación la semana pasada de la degradación que sufre la ciudad, declaró que no se debe permitir que "la intolerancia retire la palabra a ninguno".
Por su parte, el ministro de la Universidad, que se definió como no creyente, opinó que "permitir hablar al Papa no es un atentado contra el laicismo".
Durante el acto, un profesor de la Universidad leyó el discurso que, según el Vaticano, el líder religioso habría leído hoy en el Aula Magna.
En el discurso, divulgado ayer tras la decisión de Ratzinger de no acudir al evento, el Pontífice aseguraba no pretender "imponer la fe" y recordaba que La Sapienza era la Universidad de los Papas, pero en la actualidad es "una institución laica" con plena autonomía.
En contra de todas esas opiniones, decenas de universitarios se manifestaron fuera del recinto Ciudad Universitaria contra la que consideran una injerencia del Vaticano en la vida académica.
"Contra Mussi, Veltroni y tanta inquisición, libertad, casa y salario", señalaba una de las pancartas de los estudiantes, a quienes las fuerzas del orden impidieron la entrada al recinto.
No obstante, una cincuentena de estudiantes presentes en la zona superior del Aula Magna se pusieron de pie y se colocaron un pañuelo en la boca a modo de mordaza.
También desplegaron una pancarta en la que se podía leer "Libertad en la Universidad y, sin embargo, se mueve", parafraseando así la sentencia atribuida a Galileo cuando la Iglesia le obligó a retractarse de su afirmación de que la Tierra giraba alrededor del sol.
Aunque se vivieron algunos momentos de tensión fuera de la Universidad, no se registró ningún incidente, si bien la Ciudad Universitaria permaneció cerrada incluso después de darse por terminado el acto.
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