La salida de Acciona de Endesa y la toma de control por parte de la eléctrica italiana Enel está sujeta a un contrato absolutamente leonino. Parece que las dos últimas semanas de noches casi sin dormir del batallón de abogados de Uría y Cuatrecasas que han empleado Acciona y Enel, respectivamente, han dado su fruto. Una de las cláusulas obliga a la constructora que controla la familia Entrecanales a pagar una indemnización a Enel si especula con los activos de energías renovables e hidráulica que recibirá como parte del pago por venderle su 25% de Endesa.

El pago en activos asciende a 2.890 millones de un total de 11.107 millones que le cuesta a Enel tomar el control absoluto de Endesa, con el 92% que recibirá en un máximo de seis meses.

El acuerdo incluye la obligación de que Acciona compense a Enel si, en un plazo de hasta 21 meses a partir del momento en que adquiera los activos de renovables de Endesa (es la fórmula elegida para que puedan serle traspasados tras recibir de Enel 8.218 en metálico), la constructora los vende a un tercero. La compensación oscilará entre el 70% y el 20% de las plusvalías que se anote la empresa que preside José Manuel Entrecanales, en función de cuánto tiempo haya pasado desde el traspaso (cuanto menos tiempo pase, más recibirá la italiana) y de si los activos están ya en operación o todavía en construcción.

300 millones de peaje

La penalización más alta que incluye el contrato son los 1.000 millones que debería pagar Acciona a Enel si no le traspasa las acciones de Endesa. A cambio, la eléctrica participada por el Estado italiano tendría que abonar 300 millones si no le cede a la constructora más del 15% de los activos pactados y 100 millones más por cada incumplimiento.

Entrecanales ha dejado atado que cederá el paquete de Endesa cuando reciba al menos el 75% de los activos acordados en un máximo de seis meses. Pero el resto del traspaso puede durar casi dos años ya que las dos partes se dan hasta el 30 de junio de 2010 para solventarlo.

Pese a las numerosísimas cautelas, fruto de la notoria desconfianza entre las partes, el acuerdo refleja la voluntad de poner fin a la paralización que ha vivido Endesa en los últimos dos años. Mientras siga siendo presidente de la eléctrica, José Manuel Entrecanales renunciará al voto de calidad que le otorgaba el acuerdo de marzo de 2007, pese a que la constructora sólo tiene el 25% de Endesa, frente al 67% de Enel. Además, las partes se comprometen a aprobar un plan de negocio para Endesa 'tan pronto como sea posible'. La empresa lleva sin plan estratégico aprobado desde hace un año.

Además, el acuerdo de divorcio incluye la exoneración a los actuales gestores de los activos que se quedará Acciona frente a cualquier litigio.

Uno de los puntos más espinosos del pacto eran los 400 MW en aerogeneradores que Enel se compromete a comprar a Acciona. La constructora podría embolsarse al menos otros 500 millones con esa cláusula, que caduca en 2015 (prorrogable hasta 2019) y que incluye el mantenimiento de los molinos de viento. Enel deberá comprar a Acciona hasta el 25% de la potencia eólica que instale Endesa.