Este artículo se publicó hace 14 años.
Acuerdo global para que la plantilla de Rumasa cobre
Los sindicatos elaborarán un borrador sobre la viabilidad del grupo

Más de 4.000 familias viven pendientes de lo que ocurre con Nueva Rumasa. Las empresas para las que trabajan, pertenecientes al entramado de los Ruiz-Mateos, han presentado en un buen número de casos preconcurso o concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Muchos de ellos llevan hasta tres meses sin cobrar la nómina (se calcula que a los 3.000 empleados del sector agroalimentario les deben más de tres millones de euros). Ayer, el Ministerio de Trabajo, el de Medio Rural, representantes de Nueva Rumasa y de los sindicatos UGT y CCOO se reunieron para buscar una solución global para las plantillas, mientras se aclara el futuro de las empresas fuera probablemente del paraguas de Nueva Rumasa.
La familia Ruiz-Mateos mostró su disposición a acelerar la entrega de la documentación necesaria para que se tramiten los concursos de acreedores presentados, dispersos por juzgados de toda la geografía española. Por el momento están ya en los juzgados el de Dhul , Carcesa (fabricante de Apis y Fruco), Clesa, Cacaolat y Quesería Menorquina. Fuentes sindicales citadas por EP aseguraban ayer que estaba previsto que se presentarán también los de Elgorriaga y Trapa.
La familia Ruiz-Mateos acelerará la documentación de los concursos
Una vez aprobados y declarada por tanto insolvente la compañía en cuestión, es posible pedir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) que abone las nóminas atrasadas, convirtiéndose el fondo en acreedor de Nueva Rumasa.
El proceso más avanzado está en Dhul. Al juzgado número 1 de Granada le bastó un día para aprobar el concurso y quitar la gestión a los Ruiz-Mateos. Uno de los administradores concursales designados ya está en contacto con el secretario general del Fogasa, Juan Pedro Serrano, para acelerar en lo posible los trámites. Dhul, además, empieza a recuperar la actividad gracias al levantamiento de los embargos que pesaban sobre sus cuentas de clientes y el regreso de dinero a la caja.
Los sindicatos, por su parte, se comprometieron ayer a elaborar un borrador de acuerdo marco sobre la viabilidad de las compañías y el mantenimiento de la plantilla, que intentarán consensuar con el resto de los implicados. Fuentes sindicales reconocieron que es muy probable que el futuro de las empresas agroalimentarias de Nueva Rumasa pase por recortes de plantilla.
Es probable que el futuro pase por significativos recortes de plantilla
El modelo de Dhul es el que se quería que sirviese de ejemplo; sin embargo, en algunos casos ha sido necesario presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal, como es el caso de Clesa (tanto la planta de Madrid, como la de Pontevedra y Royne) ante la total o práctica inactividad. Esta solución fue valorada ayer positivamente por el director general de Trabajo, Raúl Riesco. En su opinión, esa medida "servirá para que no aumenten las deudas de las empresas y para que los trabajadores puedan acceder al cobro de prestaciones".
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