Este artículo se publicó hace 14 años.
Acusado de asesinar a su compañero sentimental dice que éste se fue a un "retiro espiritual"
El hombre acusado de asesinar a su compañero sentimental y arrojarlo al río Tajo tras envolver su cabeza en una bandera española ha afirmado hoy en el juicio que no le mató y que dejó de tener noticias del fallecido cuando éste le comunicó que se iba a un "retiro espiritual".
El acusado, Jesús Gilberto A.N., de 40 años y nacionalidad venezolana, negó que hubiera matado a su pareja, Luis Fernando R.R., de 52 años, para asegurarse una herencia y ha explicado al tribunal del jurado que la última vez que le vió fue la mañana del 21 de septiembre de 2006 -las acusaciones sostienen que el crimen ocurrió la noche anterior- cuando el fallecido le comunicó que se iba a un monasterio de retiro espiritual.
Según el relato del acusado, para quien el fiscal pide veinte años de cárcel por un delito de asesinato, la víctima quería reflexionar para ver "que salida le daba" a la situación que se le había presentado después de que en su partido -el ultraderechista Alianza Nacional, del que iba a ser candidato a la alcaldía de Madrid en las municipales de 2007- supieran de su condición de homosexual.
Según el procesado, su compañero sentimental -con el que convivía desde hacía siete años, aunque precisó que los últimos cuatro años no mantenían relaciones sexuales porque le contagió el Sida y la sífilis- estaba muy preocupado pro un problema con su nueva pareja.
Según relató el procesado, el joven con el que supuestamente iba a iniciar una nueva vida el fallecido, de origen armenio, había enviado un correo electrónico y unas fotografías a Alianza Nacional sobre sus relaciones, lo que constituyó "una bomba".
Jesús Gilberto, que trabajaba como mozo de almacén para una empresa de decoración y que tenía un sueldo de unos 600 euros, dio cuenta de la doble vida del fallecido, hasta el punto, de que -según el procesado- tras aprobarse la ley que permitió el matrimonio entre homosexuales, en junio de 2005, Luis Fernando encabezó una manifestación con el PP en favor de la familia.
Negó también que hubiera asesinado a su pareja, tras conocer las nuevas relaciones del fallecido, para asegurarse la herencia que este le había dejado en su testamento -un chalet de cuatro plantas en Villanueva del Pardillo (Madrid), donde presuntamente se cometió el crimen, además de sus depósitos bancarios-. Luis Fernando R. R era comercial de naipes españoles (la baraja de cartas de Fournier).
Sobre el testamento, el acusado dijo que el fallecido lo firmó después de conocer al armenio (identificado como H.A.) por lo que no temía que la nueva pareja le desplazara económicamente o sentimentalmente. Además, agregó, Luis Fernando le había dicho que se trataba solo de "un calentón" y que no tendría que irse de casa porque él era como de la familia.
El procesado lleva tres años y medio en prisión preventiva, desde noviembre de 2006.
Según las acusaciones, los hechos ocurrieron durante la cena del 20 de septiembre de 2006, cuando el procesado suministró a la víctima un fármaco con efecto hipnótico (benzodiazepina), le propinó un fuerte golpe en la cabeza y envolvió esta en dos bolsas de plástico y en una bandera española con el toro de Osborne para luego arrojarle al Tajo.
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