Dos meses para cumplir con los objetivos de reducción del déficit público, para alcanzar el porcentaje que dicen que es la clave para generar confianza. El secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, presentó ayer los datos hasta octubre de ejecución presupuestaria del Gobierno central, que se ha fijado una meta máxima de déficit para este año del 4,8% respecto al PIB. En los diez primeros meses del año, el Estado fue capaz de dejar en 40.065 millones de euros el volumen de gasto público que no es capaz de cubrir con ingresos. La cifra es un 16,9% inferior a la del mismo periodo de 2010 y sitúa el déficit en el 3,7% del PIB. Las causas están en los recortes, pero también en las medidas extraordinarias que afectan a la partida de ingresos.

En concreto, el Gobierno decidió en septiembre obligar a las empresas a adelantar a este ejercicio pagos del impuesto de Sociedades que han permitido que en el primer pago fraccionado, el de octubre, se ingrese un 10,3% más que en el mismo mes de 2010.

El IVA logró ingresar 45.490 millones, un 2,6% más

De esta forma, este impuesto, que presentaba hasta septiembre una caída libre acumulada en el año del 13,6% respecto a 2010, ha reducido dicha caída hasta octubre al 5,2%.

El IRPF mantuvo su senda de crecimiento (+3,9%), fundamentalmente por la supresión parcial de la deducción de 400 euros en vigor en 2010 .

La otra gran máquina de recaudar, el IVA, logró ingresar 45.490 millones, un 2,6% más, que prueba otro mes en qué medida está paralizada la demanda interna puesto que se ha agotado totalmente el efecto producido por la subida del impuesto que tuvo lugar en la segunda mitad de 2010.

Dicho incremento ha generado unos ingresos añadidos adicionales al Estado de 4.787 millones de euros, según calcula la Secretaría de Estado de Hacienda. Sin embargo, la recaudación total ya sólo arroja un incremento de 1.146 millones, lo que significa que, sin la subida, la recaudación por IVA caería ya en lo que va de año 3.640 millones.

La recaudación por impuestos especiales se redujo un 3,2%, especialmente por la caída (-6%) en la recaudación del Impuesto de Hidrocarburos, de nuevo por el menor consumo, esta vez de carburantes.

Los gastos públicos no financieros se redujeron hasta octubre un 18,2%, situándose en 119.981 millones. En términos absolutos significa que el Estado logró a base de tijera gastar 26.765 millones menos que en los diez primeros meses de 2010. Destaca la disminución del 1,4% que alcanza ya la partida de sueldos y salarios, y el retroceso del 26,8% de las inversiones reales.