Este artículo se publicó hace 15 años.
Las administraciones fueron advertidas de Millet en 2002
Acusaciones entre CiU y el PSC por desatender el asunto
Hace siete años. En 2002 la Sindicatura de Comptes, el ente supervisor de las cuentas públicas catalanas, ya avisó a las administraciones de que algo no cuadraba en el Palau de la Música Catalana. Nadie intuía aún que Fèlix Millet, el hasta hace poco presidente de la entidad, se llevaría un mínimo de tres millones de euros. Tampoco nadie tiró del hilo del informe de la Sindicatura.
El ente que dirige Joan Colom entregó en su día el informe a la Conselleria de Cultura, cuyo titular era entonces el convergente Jordi Vilajoana. Colom dijo que, probablemente, lo había recibido también el Ayuntamiento de Barcelona. El alcalde era el socialista Joan Clos. El ayuntamiento no confirmó ayer haberlo recibido, pero tampoco lo descartó.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Colom reveló la existencia del documento. En sus conclusiones se afirmaba que "el proceso contable es excesivamente complejo para las actividades desarrolladas". También aseguraba que hasta 2000 nadie hizo ningún tipo de auditoría, sino que había un control a cargo de un interventor del Ayuntamiento.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Colom reveló la existencia del documento
Además de constatar algunos "agujeros", la Sindicatura afirmaba que no podía verificar "la razonabilidad" de los saldos del inmovilizado material. El Síndic Major lamentó que las instituciones no atiendan siempre los informes que emite.
El PSC se apresuró a cargar contra CiU, que gobernó hasta el año 2003. Su secretario de Organización, José Zaragoza, pidió a Artur Mas, el líder de CiU, que "diera la cara". El alcalde de Barcelona Jordi Hereu aseguró tener "la misma información que el resto de administraciones".
"Resultados positivos"En CiU señalaban que el informe es de su etapa final en el Govern y que nadie ha seguido el caso desde entonces. Vilajoana, ahora portavoz de la federación en el Senado y dirigente próximo a Mas, aseguró que no atendieron el informe "porque el Palau tenía resultados positivos". Y el líder de Unió, Josep A. Duran i Lleida, aprovechó para ajustar cuentas con Colom que en su día puso a su partido contra las cuerdas con informes sobre irregularidades en la Conselleria de Treball y tildó de "sorprendente" que el Síndic desentierre ahora ese informe.
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