Este artículo se publicó hace 12 años.
Los adultos mayores activos vivirían más que los sedentarios
Por Andrew M. Seaman
Un nuevo estudio aporta máspruebas de que los adultos mayores físicamente activos tendríanun buen estado de salud general.
En un grupo de 893 adultos de 80 años, los autoresobservaron que los mayores más activos tenían menos riesgo demorir en cuatro años que los participantes más sedentarios.
"Es otra prueba sólida de que los adultos mayores deberíanrealizar actividad física", aseguró la doctora CatherineSarkisian, directora del Consorcio Académico para laInvestigación del Envejecimiento de la Comunidad de Los Ángeles.
Sarkisian, que no participó del estudio, dijo a ReutersHealth que eso no prueba que el ejercicio prolongue la vida,sino que las personas suficientemente sanas como para haceractividad física son las que viven más.
Aun así, sostuvo que existen las pruebas necesarias parasugerir que las personas más activas serían menos propensas aperder la memoria o a tener que ser institucionalizadas.
El equipo del doctor Aron Buchman, profesor del CentroMédico de la Rush University, en Chicago, evaluó durante 10 díasel nivel diario de actividad física de adultos mayores de 70 y80 años.
Los participantes usaron un dispositivo pequeño en la muñecapara registrar cuánto se movían durante el día. Luego, el equiposiguió al grupo durante cuatro años; un cuarto (212) murió enese período.
Los adultos mayores más activos tenían un 25 por cientomenos posibilidad de morir en los cuatro años que los mássedentarios, según publica Archives of Internal Medicine.
Y esa relación entre la actividad física y la reducción delriesgo de morir se mantuvo aun tras considerar los problemas quehabrían podido influir en la rutina física o la posibilidad demorir, como la capacidad mental, las enfermedades crónicas y lossíntomas de depresión.
"Esto sugiere que aumentar la actividad, aun en el hogar,daría ventajas", dijo Buchman.
Para Sarkisian, existe la idea de que los adultos mayoresson demasiado grandes como para adquirir nuevos hábitos. Peroaseguró que la literatura publicada demuestra lo contrario.
"La actividad física es una de las estrategias másimportantes con la que los adultos mayores pueden mejorar susalud para el resto de sus vidas", aseguró.
Sarkisian sugirió que las personas mayores consulten en loscentros locales si poseen programas de ejercicio o que conversencon el médico o un fisioterapeuta sobre qué pueden hacer.También existen programas personalizados para pacientes conlimitaciones físicas, como los que utilizan silla de ruedas opueden sufrir una caída.
Buchman consideró que también se trata de aumentar lasactividades en la casa. "Si una persona puede hacer tareassuaves, que las haga", sostuvo.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 12 de marzodel 2012
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