Este artículo se publicó hace 14 años.
Los afganos no esperan cambios tras la destitución de McChrystal
Las autoridades de Afganistán expresaron su pesar el jueves por la destitución del comandante estadounidense al que se daba el crédito de haber reducido las víctimas civiles en la guerra contra los talibanes, pero dijeron que no esperaban que la decisión conllevara cambios estratégicos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a consultas al general Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, y le sustituyó por su jefe, el general David Petraeus, artífice del cambio de estrategia en la guerra de Irak.
McChrystal dimitió después de unas declaraciones, principalmente atribuidas a sus ayudantes, en un artículo de una revista en las que se criticaba a algunos de los asesores más cercanos a Obama.
El artículo le mostraba como un soldado heroico a veces exasperado por los políticos.
"Ojalá no se hubiera ido, pero es un asunto interno de Estados Unidos", dijo el general Zaher Azimi, portavoz del Ministerio de Defensa afgano.
"Esperamos que siga las contribuciones de McChrystal, que ha reducido las víctimas civiles, disminuido los arrestos y los registros en viviendas y requerido coordinación en las operaciones", dijo.
MES LETAL
La guerra ha alcanzado una etapa crítica en Afganistán, a pesar de la presencia de unos 150.000 soldados extranjeros, con los talibanes en su momento más fuerte desde que fueron derrocados en 2001.
Junio también ha sido el peor mes en lo que se refiere a víctimas para las tropas extranjeras, y la muerte de cuatro soldados en un accidente de tráfico el miércoles elevó la cifra a 79.
Más de 300 soldados han muerto este año en Afganistán, frente a los 521 del año pasado al completo, según icasualties.org. Además, han fallecido decenas de insurgentes y cientos de civiles, la mayoría en atentados talibanes, pero también muchos en fuego cruzado o ataques aéreos mal dirigidos.
Afganistán ha estado buscando formas de poner fin a casi nueve años de combates.
A principios de este mes, unos 1.600 líderes religiosos se reunieron en Kabul para una 'jirga' (conferencia) de la paz, donde sus participantes acordaron que la única manera de poner fin al derramamiento de sangre era llegar a los insurgentes.
Además de acordar el comienzo de negociaciones con los extremistas, la jirga también recomendó una revisión de los casos de todos los prisioneros en Afganistán, incluidos supuestos extremistas, y la eliminación de figuras talibanes de una lista de sanciones de la ONU.
"TRAMPOSO"
Los talibanes dijeron que Obama había destituido a McChrystal para evitar la culpa por los errores políticos.
"La estrategia de Obama es un fracaso pero él es un tramposo al lavarse las manos con McChrystal para mantener su propia imagen y la de su partido en Estados Unidos y en el resto del mundo", dijo un portavoz en un comunicado.
El conflicto de Afganistán no puede resolverse con una reestructuración de generales, dijo el comunicado, que agregó que Petraeus no era tan inteligente como McChrystal e incluso cuestionaba su fortaleza física, destacando su desmayo durante una sesión en el Congreso la semana pasada.
La estrategia de McChrystal contra la insurgencia trata de hacer frente a los talibanes donde son más fuertes, en su bastión espiritual de Kandahar, en el sur, e impulsar la seguridad simultáneamente con un impulso para la gestión civil y el desarrollo.
Desde que McChrystal asumió el puesto de comandante en junio del año pasado ha forjado una fuerte relación con el presidente afgano, acompañándole en varios viajes por el país para mostrar su apoyo al Gobierno.
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