Este artículo se publicó hace 15 años.
"Afronto el juicio, he vuelto para quedarme"
Duran está en prisión por estafar 492.000 euros a los bancos
Lleva casi dos meses en prisión y aprovecha el tiempo para pensar y escribir. Enric Duran está a la espera de juicio por haber pedido 492.000 euros en préstamos a 39 entidades bancarias y no haber devuelto el dinero.
En una entrevista por correo concedida a Público explica que para planificar su acción de insumisión se inspiró en "150 años de desobediencia civil, desde (Henry) Thoreau y la expropiación que practicaron los anarquistas históricos para financiar luchas revolucionarias, hasta el ejemplo de Lucio Urtubia".
Al mismo tiempo, dice, su acción "es una forma de insumisión actualizada a nuestro tiempo, en el que los créditos bancarios por los que se crea la mayor parte del dinero en circulación son uno de los principales elementos a denunciar y desobedecer para frenar la dependencia que tiene la economía: el crecimiento continuo".
El activista está convencido de que su acción "se ha entendido bastante bien" a nivel de la calle, y que el hecho de que se le haya decretado la prisión preventiva "simboliza muy bien el miedo que ha generado en el poder que la acción se haya entendido". Las respuestas que ha tenido y "el movimiento que se puede vislumbrar, especialmente en Internet, es prueba de ello", valora.
El juicio, parte de la campañaDuran denuncia que el argumento judicial por el cual está en prisión preventiva, riesgo de fuga, es "ridículo" ya que tiene que estar basado en razones altamente fundamentadas y, desde su punto de vista, no está justificado. "Yo ya hice público por medio de la prensa, Internet y mi propio libro que volvía para quedarme, para dar la cara, porque quiero participar en los movimientos sociales y afrontar el juicio, que es un elemento más de la campaña contra el sistema financiero".
El conocido como Robin de la Banca comparte espacio con presos penados en segundo grado. "Estamos encerrados en la celda unas quince horas al día y compartiendo comedor, sala de día y patio el resto del tiempo. Paso la mayor parte del día escribiendo, respondo cartas, redacto artículos...". Para este catalán de 33 años "lo más duro es la limitación de las comunicaciones" con la gente que quiere. "Me parece altamente injusto que el supuesto riesgo de fuga signifique que no tenga derechos a ese nivel", afirma.
Cara al futuroAhora Duran espera que su situación se resuelva lo más rápidamente posible. "Espero poder salir a la calle en breve y volver a participar sin limitaciones en la campaña Podemos vivir sin capitalismo. En caso contrario, espero que una movilización fuerte y bien llevada me libere tan pronto como sea posible para poder preparar el juicio mejor que aquí en prisión", concluye.
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