Este artículo se publicó hace 12 años.
"Las agencias de rating sólo damos nuestra opinión"
Myriam Fernández, directiva de S&P, asume que sus valoraciones se basan en "proyecciones que pueden equivocarse"
En estos tiempos de recesión y crisis, las agencias de rating han cobrado un especial y negativo protagonismo. Pero, ¿cómo funciona realmente esta agencias? Myriam Fernández, directora de ratings soberanos para Europa y África de la agencia de calificación Standard & Poor ´s se pasó por Los desayunos de RTVE para intentar explicarlo.
Fue una entrevista a la contra. Ana Pastor y los demás tertulianos querían saber cómo son las tripas de estas agencias de calificación, convertidas en los malos de la película de la crisis. Fernández explicó que una agencia de un rating son entidades que evalúan la capacidad de Gobiernos, empresas y entidades financieras para pagar sus deudas en tiempo y forma.
La directiva de S&P contó que en sus calificaciones, las agencias toman en consideración cinco factores de riesgo: el político, el económico, el externo (capacidad de un país para atraer inversión extranjera), el fiscal y el monetario. A cada factor de riesgo se le adjudica una puntuación entre 1 y 6, siendo 1 la más valorada y 6 la peor. Luego un comité de expertos se reúne y otorga la calificación.
Según Fernández, la metodología empleada es segura y solvente. Cuando le preguntaron por qué no vieron venir la quiebra del banco Lehman Brothers, la ejecutiva de S&P explicó que un rating "es una evaluación a medio plazo que se basa en proyecciones que pueden estar equivocadas". En realidad, Fernández dijo que ellos sólo dan su "opinión a los mercados sobre la capacidad de las instituciones sobre la calidad crediticia de instituciones y empresas".
"En el caso de Lehman Brothers nosotros no tuvimos en cuenta una serie de supuestos que luego se produjeron", concedió Fernández.
Preguntada sobre si las tres agencias de rating —S&P, Moody's y Fitch—se ponen de acuerdo para emitir sus notas de calificación dado que suelen coincidir en su valoración de la deuda de diferentes países, Fernández admitió la coincidencia pero dijo que los criterios no son los mismos, y que cada agencia funciona de manera independiente".
Independencia. Fernández valoró la independencia de estas agencias y quiso dejar claro que son ajenas a presiones. Reconoció, eso sí, que están muy controladas por el regulador, aunque confesó que en Estados Unidos sólo desde 2005 y en Europa desde 2006 —S&P tiene 152 años de existencia—.
Fernánde también habló sobre la posibilidad de que en la Unión Europea se cree una agencia pública de calificación: "Hay sitio para todos", dijo. Se mostró en contra de la querella que han presentado en Italia contra S&P y que provocó ayer, jueves, el registro de las oficinas de sus oficinas en Milan. Dijo que espera que en Italia ocurra lo mismo que en España, donde hace semanas se archivó en la Audiencia Nacional una querella contra estas agencias.
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