El agresor de Berlusconi, absuelto al ser declarado no imputable

Un juez de Milán absolvió el martes a Massimo Tartaglia, el hombre con problemas de salud mental que el pasado diciembre agredió al primer ministro Silvio Berlusconi lanzándole una figura de la catedral de la ciudad, porque determinó que el acto fue cometido por una "persona no imputable" por su incapacidad de entender y discernir.

El juez admite por tanto la petición del fiscal Armando Spataro. Un informe elaborado por la juez Luisa Savoia determinó la incapacidad total de entender y discernir de Tartaglia, que en el proceso judicial inicial fue acusado de cometer lesiones graves con el agravante de premeditación y por la condición de responsable público de Berlusconi.

El juez también ha dispuesto para Tartaglia la libertad vigilada durante un año, alojado en una clínica psiquiátrica, otra petición del fiscal. Pero el hombre ha sido sancionado con la prohibición de participar en manifestaciones públicas.

Los abogados defensores han pedido la absolución de su cliente por la incapacidad de entender y discernir, sin medidas de seguridad, entendiendo que Tartaglia no es socialmente peligroso, como señala el informe.

El primer ministro, al que la agresión le produjo la fractura del tabique nasal y la rotura de dos dientes, ha decidido no tomar parte civil en el proceso.