Este artículo se publicó hace 16 años.
El agua no puede ser el obstáculo para conseguir la paz en Oriente Medio
El agua no puede ser el obstáculo para conseguir la paz en Oriente Medio, por este motivo una Comunidad del Agua y la Energía en esta región, que podría ser impulsada bajo los auspicios de la Unión por el Mediterráneo, permitiría avanzar hacia una integración futura de los países de la zona.
Ésta es una de las principales conclusiones de la conferencia "Agua en Oriente Medio: ¿Conflicto o cooperación?", según ha apuntado hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la Exposición Internacional de Zaragoza.
En declaraciones a los periodistas al término de la conferencia, ha indicado que todos los interlocutores de la región han concebido esta idea inspirándose en el modelo de posguerra de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), que ha ido evolucionando hasta crear la UE.
Moratinos ha considerado que si los países de Oriente Medio ponen en común estas dos grandes áreas de producción y las comparten como un elemento de unión, compromiso y cooperación, pueden establecer un marco de paz y de desarrollo en la zona.
En su opinión, una vez resueltos los contenciosos bilaterales que mantienen cada uno de ellos, la Unión por el Mediterráneo puede tener un papel "importante" para aprobar proyectos e iniciativas que vayan en esa dirección.
También ha participado en la sesión el ex ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, quien ha valorado esta Comunidad de la Energía y el Agua y ha propuesto que los países de la península arábiga generen electricidad con la energía que se pierde en la producción de petróleo y la envíen a "toda la región" a bajos precios.
Fischer ha explicado que esta electricidad se utilizaría para desalar agua y, entre otras cosas, permitiría la creación de tecnologías y nuevos puestos de empleo que harían que se detuviera la progresiva radicalización de la juventud.
Por su parte, el ex viceprimer ministro de la Autoridad Nacional Palestina Nabil Shaat ha recordado que el agua "nunca" ha sido un elemento de ruptura en las negociaciones árabe-israelíes y ha subrayado que hay que aprender a entenderse para administrarla mejor "antes de hacer otra cosa".
En este sentido, ha afirmado que Palestina apostará por la desalación para suplir las carencias de zonas como Gaza, que "no puede esperar más", para lo que ha demandado ayuda de la Unión Europea en la construcción y mantenimiento de plantas.
El antiguo ministro de Asuntos Exteriores de Israel Shlomo Ben-Ami ha asegurado que, a pesar de los problemas políticos, la escasez de agua empujará a palestinos e israelíes a avanzar "juntos" tecnológicamente.
Esta percepción del agua como "motor" de la cooperación regional ha sido compartida por Munther Haddadin, ex ministro jordano para el Agua y la Irrigación y ex negociador de su delegación nacional en el proceso de paz de Oriente Medio, quien ha aseverado que "el agua se utiliza para extinguir incendios. Nunca para provocarlos".
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