La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha enviado una carta al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para condenar la "inadmisible actitud" de la Embajada cubana hacia su postura contraria al régimen castrista y para exigir "las rectificaciones correspondientes".

Así lo ha indicado hoy el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, tras el Consejo de Gobierno semanal, donde se ha referido a las reacciones que ha suscitado el respaldo del Gobierno regional a un acto organizado en Madrid para denunciar que los cubanos llevan cincuenta años "sin libertad ni democracia" y sometidos a la dictadura castrista.

González ha calificado de "absolutamente intolerables" las reacciones que en contra de ese apoyo de la Comunidad de Madrid ha recibido la presidenta por parte del Partido Comunista de España, de diversos medios de comunicación cubanos y de la propia Embajada de Cuba.

Esta última reacción en contra de Aguirre es, según el vicepresidente madrileño, especialmente "inaceptable" dado que, según ha dicho, han llegado a calificar de "jefa de la mafia de no sé donde" a una presidenta que ha sido "elegida democráticamente".

Por ello, ha informado de que Aguirre se ha dirigido por escrito al ministro Moratinos para denunciar estos hechos y pedirle que los condene y exija "las rectificaciones correspondientes".

En la carta, a la que ha tenido acceso Efe, la presidenta le explica al ministro que "los jerarcas de esa dictadura" la han acusado de "recibir dinero de la mafia de Miami, mantener vínculos con grupos terroristas y utilizar el dinero de los madrileños para financiar la oposición a la dictadura".

Aguirre sostiene que como la Presidencia de la Comunidad de Madrid es una Institución del Estado, "la dignidad del Estado español" hace "imprescindible" que el Ministerio de Asuntos Exteriores dé "una respuesta adecuada a la gravedad de los insultos".

La presidenta de la Comunidad, sin embargo, ha preferido no contestar hoy al diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.

Durante una visita a una fábrica, la presidenta madrileña ha sido preguntada al respecto y ha optado por no contestar, con el argumento de que no quería restar protagonismo al acto que había convocado.