Este artículo se publicó hace 16 años.
Aguirre proclama que no se resigna
La presidenta de la Comunidad de Madrid anuncia en público y ante Rajoy que no descarta luchar por el liderazgo del PP
No le nombró en ningún momento durante su intervención. Y eso que le tenía allí, sentado frente a ella. El semblante de Mariano Rajoy era serio. Se le veía atento al discurso, pero no denotaba ningún tipo de sorpresa por lo que escuchaba. Era lo mismo que Esperanza Aguirre le había trasladado durante su almuerzo privado del pasado miércoles. Hacía que la ignoraba. Mientras, la presidenta de la Comunidad estaba exultante. Era la protagonista del momento.
La lideresa confesó ayer ante la plana mayor del PP que no descartaba presentarse a la presidencia del partido en el XVI Congreso de junio. "A fecha de hoy no entra en mis planes", señaló. Pero dejó abierta una puerta... "Ahora, si cambio de planes, el primero en saberlo será el presidente de mi partido". Además, tuvo el detalle de explicar que éste jamás se enteraría "por la prensa".
Su actuación, en el Casino de Madrid, había levantado una expectación sin precedentes y los dirigentes del PP que iban llegando reconocían "el morbo" de la cita. Aguirre no defraudó. Por una vez dejó de lado el Gobierno regional para hablar sobre el partido.
En su reflexión, se impuso la autocrítica. Sustentada en un hecho incontestable: por mucho que Rajoy presuma de haber robado votantes al PSOE, no se debe olvidar que el número no ha sido "suficiente", y el PP ha vuelto a perder las elecciones.
Aguirre cree que el PP no ha logrado enganchar a más votantes porque "nuestros adversarios se han dedicado durante toda la legislatura pasada a plantear trampas para hacernos aparecer, como dicen los británicos, como un nasty party. Es decir, como un partido antipático y anticuado".
Para que todos la entendieran puso como ejemplo la ley de matrimonios homosexuales y la de Memoria Histórica. Aguirre considera que la primera se utilizó para clasificar a los ciudadanos "entre los modernos y los que ponen un freno al avance de las nuevas formas de vida y todavía guardan recelos hacia la sexualidad de las personas". En este último apartado quedaba el PP.
Al igual que ocurrió con la ley de memoria histórica, donde su formación, por querer mirar hacia el futuro, apareció como "herederos de un régimen antidemocrático, antiliberal y antinacional como el franquismo".
Aunque varios de los presentes compartieran sus opiniones, algunos de ellos se marcharon con la sensación de que Aguirre reprochaba el estilo impuesto por Rajoy durante estos cuatro años. Mientras le echaba la culpa de todo al PSOE, era el PP el que se había equivocado a la hora de dar respuestas.
No se da por vencida
Aguirre no ve normal que, si Zapatero llega hasta 2012, los socialistas hayan gobernado en España 22 de los últimos 30 años. Se mostró convencida de que el PP "puede y debe liderar una opción que obtenga el apoyo mayoritario de los españoles" y que, por tanto, ella no está dispuesta a... Entonces, hubo un silencio en la sala. Faltaba el redoble de tambores. Pero el anuncio se quedó en un amago. No iba a resignarse a... que presentaran al PP "como un partido retrógrado".
Aguirre comenzó a defender sus ideales como si estuviera en Lo que el viento se llevó. La dirigente madrileña dijo que no se resignaba "a denunciar el sectarismo del Pacto del Tinnell y la actitud excluyente del PSOE", "a que me etiqueten de conservadora", " a que nos arrinconen y nos hagan aparecer como enemigos de los homosexuales", "a que nos etiqueten de anticatalanes", "a que el PP no dé las batallas ideológicas", "a que los gobiernos del PP sean una excepción", "a que para que el PP gane unas elecciones los votos de la izquierda tengan que dividirse o que la participación sea muy baja"....
"Y como no me resigno a estas y a otras muchas cosas, estoy en el PP dispuesta a dar la batalla", comentó aumentando la tensión que se apoderaba de la audiencia.
Congreso
La presidenta del PP de Madrid cree que el Congreso de junio es una ocasión perfecta para "renovar y actualizar" los principios ideológicos y programáticos del PP. Dispuesta a no rehuir debates ideológicos, sino "a darlos y ganarlos", ayer no tuvo ningún problema a la hora de mostrarse partidaria de un sistema de cadena perpetua como el de Francia, que revisa las penas al cabo de 30 años. También fue tajante al señalar que no cree a Zapatero cuando éste dice que no volverá a negociar con ETA.
De momento, su candidatura queda en suspense. Pero recordó que todo militante que cumpla los requisitos de pago de las cuotas podrá presentar una alternativa con la firma de 600 compromisarios. Ahora bien tendrá que considerar que"si la dirección nacional no está en ello lo tiene un poquito difícil, para que nos vamos a engañar".
Al ser preguntada por las condiciones que deberían darse para que se lanzara a la piscina, se escabulló recordando que el pasado 11 de marzo respaldó la decisión de Rajoy de continuar. Sus aspiraciones políticas están "archicolmadas" y dijo que de mayor le gustaría ser "abogada, tener tiempo para leer y escribir" y ser "tertuliana". Entre el público se echaba en falta a Alberto Ruiz Gallardón, a Manuel Pizarro y al reparto de barones territoriales.
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