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Aguirre retira la gratuidad de los tratamientos antitabaco

Madrid ha dejado de subvencionar las medicinas al millar de fumadores que las solicitan cada año

ROCÍO AGUILAR

El Gobierno de Esperanza Aguirre ha suspendido la finan-ciación de los tratamientos farmacológicos que ayudan a dejar el tabaco a los denominados fumadores 'de alto riesgo' en la Comunidad de Madrid. La iniciativa fue presentada a bombo y platillo a comienzos de 2007 por el entonces consejero de Sanidad, Manuel Lamela, y utilizada como argumento para mostrar la predisposición del Ejecutivo madrileño en la lucha contra el tabaquismo en plena campaña de las comunidades del PP contra la Ley Antitabaco.

'La Comunidad de Madrid se coloca a la cabeza de las pocas Administraciones del mundo que destinan fondos públicos para el tratamiento de esta enfermedad', presumió en su día Lamela, sin mencionar que los fondos para poner en marcha los tratamientos procedían del Gobierno central.

Fuentes de la Consejería de Sanidad de Madrid, ahora dirigida por Juan José Güemes, explicaron a Público que en estos momentos se está haciendo una 'reestructuración' del servicio. La Consejería culpa al Ministerio de Sanidad de 'haber retirado las ayudas de los fondos para deshabituación tabáquica' y asegura que ha dejado de recibir seis millones de euros por este motivo en los últimos tres años, pero no aclara por qué no ha decidido mantener las subvenciones con fondos propios, pese a que defiende los resultados positivos obtenidos con el servicio.

El Ministerio dejó de enviar en 2006 la financiación destinada al desarrollo de la Ley Antitabaco (de 2005) a la comunidad madrileña así como a otras cuatro comunidades gobernadas por el PP. El entonces ministro, Bernat Soria, tomó esta decisión tras comprobar cómo el Gobierno de Aguirre eludía el cumplimiento de la Ley, al promover un decreto mucho más permisivo que la norma estatal.

Los enfermos de tabaquismo que se plantean ahora dejar de fumar y deciden descolgar el teléfono para pedir ayuda a la sanidad madrileña reciben un mensaje claro: 'Hay tratamiento, pero lo pagas tú'. Los parches, chicles, pastillas y medicamentos de terapia sustitutiva de la nicotina (como el bupropión o la vareniclina) han perdido este año la cobertura sanitaria total que la sanidad madrileña ofrecía a los enfermos de tabaquismo.

La Comunidad mantiene en cambio la gratuidad de los tratamientos para abandonar el tabaco dirigidos a profesionales sanitarios, docentes y funcionarios, una asistencia que ya ofrecía antes de que se aprobara la Ley Antitabaco.

El precio de cada tratamiento oscila entre 150 y 200 euros y en función de la respuesta de cada paciente, puede durar hasta tres meses. Según datos de la Consejería de Sanidad, el 55% de los 1.175 pacientes que solicitaron la asistencia en 2008 consiguió dejar de fumar. En 2009 ya se han inscrito cerca de 800 personas.

Los tratamientos se administran desde la Unidad Especializada de Tabaquismo (UET), un organismo público que ofrece asistencia psicológica y propone la medicación necesaria a los enfermos que encajan dentro de unos parámetros médicos. En concreto, se destina a fumadores con enfermedades crónicas, patologías psiquiátricas, drogodependencia y cardiopatía isquémica, así como a embarazadas y personas que hayan realizado varios intentos de abandono previos sin éxito.

La UET cuenta con 36 consultas, de las que 16 se encuentran en servicios de neumología de hospitales madrileños, y ofrece también un teléfono de asesoría para fumadores (900 303 530).

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