Este artículo se publicó hace 15 años.
Aguirre con tacones: "Por la libertad hasta la vida se ha de dar"
La presidenta de la Comunidad de Madrid lanza mensajes en clave a la dirección nacional
"Cuando llevo zapatos planos, no hago declaraciones", bromeó Esperanza Aguirre, un día después de la ley del silencio impuesta por Mariano Rajoy. La presidenta de la Comunidad sorteó así las preguntas de los periodistas sobre cómo había encajado las críticas de sus compañeros de partido tras ausentarse del Comité Ejecutivo Nacional del martes.
Ayer, se pusó un calzado con diez centímetros de tacón y se subió, resuelta, al escenario. La dirigente conservadora acudió a un acto conmemorativo del vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín. Pero no quiso valorar la suspensión de militancia impuesta por el Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP a Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid.
La mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón acusó hace unos días a Aguirre de "montar una gestapillo para espiarle" y denunció que era "de vómito" lo que se estaba haciendo con Rodrigo Rato para Caja Madrid. Ella prefirió dejar ayer de lado ese asunto y se entregó a una intervención plagada de metáforas.
El QuijoteAguirre hizo de la libertad el eje central de su discurso. La presidenta autonómica recordó que el muró cayó el 9 de noviembre de 1989 "de forma estrepitosa gracias a aquellos que se enfrentaron a los que no confiaban en la fuerza de las ideas y el ansía de libertad de los ciudadanos". Y destacó que hizo falta "la política decidida de algunos dirigentes que no se conformaron con que las cosas llegaran solas". Todo tenía una doble interpretación.
"Estamos contigo porque tienes principios e ideas", le dijo Lucía Figar
Hasta el punto final. "Yo siempre que hablo de la libertad me gusta citar al Quijote: La libertad, querido Sancho, es el don más preciado que a los hombres dieron los cielos. Por ella hasta la vida se ha de dar", proclamó como si fuera un último recado a Rajoy.
Aguirre se dio un baño de multitudes. Muchos besos y abrazos. La gente la estaba esperando con pancartas donde se podía leer: "Esperanza, no te resignes". "¡Guapa, guapa, no te rindas!", le gritaba un señor. "Todos estamos contigo", le decía otro. Mientras una mujer se la comía a besos y otra le recordaba que ella podía hablar "hasta descalza". Los aplausos se sucedían. "¡Valiente!", "presidenta... de España", "¡No lo dejes!", le pideron. Ella respondió con un rotundo "no".
Respaldo de su equipoA Aguirre la acompañó buena parte de su equipo. Había que escenificar el apoyo a "la jefa". Allí estaba el regidor de Álcala de Henares, Bartolomé González, el promotor del manifiesto de los alcades contra Cobo que Rajoy tachó de "inadmisible". Y también acudieron a la cita el portavoz en la Asamblea de Madrid, David Pérez, el secretario general de la formación regional, Francisco Granados, y la consejera de Educación, Lucía Figar.
Ésta aprovechó el final de su discurso para arropar a Aguirre en nombre del resto: "No estamos contigo por los cargos que nos has dado. Estamos contigo porque tienes principios e ideas. Las ideas son necesarias para alcanzar en política las metas y superar los malos momentos", señaló la mujer de Carlos Aragonés, ex director del gabinete de Aznar.
"Siempre he hecho declaraciones con zapato plano", ironizó Pons
Era el mensaje que transmitía el PP de Madrid a la dirección nacional con quien las relaciones están muy tensas. A ello ha contribuido también que la secetaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reprendiera en público a Aguirre. La número dos del PP dijo que le había parecido un "tremendo error" que no hubiese asistido al Comité Ejecutivo .
Granados aseguró que respetaba la opinión de Cospedal pero que no la compartía. Para él, Aguirre tomó una decisión "en el ejercicio de su libertad personal". Además, quiso dar por "zanjado" el "caso Cobo" recordando que su partido acataba la decisión de los órganos disciplinarios. Fue el vicepresidente de la Comunidad Madrid,Ignacio González, quien reconoció que "hubiera estado bien" que el vicealcalde "se hubiese retractado o matizado o corregido" en "algunas de las cuestiones" que denunció. González dijo que no se sentía "perdedor de nada" en la lucha por Caja Madrid y subrayó que el consenso entre todas las partes sigue siendo necesario.
Desde la sede nacional también hubo respuesta. El vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, ironizó con la frase de Aguirre: "Nunca he hecho declaraciones con tacones, no sé lo que se siente. Siempre las he hecho con zapato plano".
Pons se mostró cauto cuando le preguntaron si al PP se le había pasado por la cabeza que Aguirre no fuera la candidata en 2011. "Lo que se nos ha pasado por la cabeza es hacer las cosas bien y de una manera sensata, haciendo todos lo que es razonable y lo que los ciudadanos esperan", mantuvo.
Mientras, Javier Arenas y Alberto Núñez Feijóo salieron a defender el liderazgo de Rajoy como si estuviera en peligro de extinción. El líder del PP andaluz afirmó que el Comité Ejecutivo puso de manifiesto que le apoya el 95 por 100 del partido y que los asuntos pendientes estaban "resueltos". Por su parte, el presidente gallego recordó que "el único líder del PP de España es Rajoy, que ganó democráticamente un congreso".
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